Con el capítulo de altas en el Eibar cerrado, salvo ganga o chollo del mercado que convenza deportivamente a José Luis Mendiilibar, en el cuadro armero solo queda agilizar las salidas para cerrar este mercado de verano. Un mercado en el que la dirección deportiva que encabeza Fran Garagarza se ha movido con prontitud, cerrando todos los refuerzos que se demandaban para volver a competir con garantías en LaLiga Santander.
Han sido un total de seis nuevos fichajes que colman las expectativas de todos los estamentos del club para este curso. Aunque el número aumenta si contamos a los llamados fidelizados. Hombres como Olabe, Asier Benito o Rubén Lobato que han sido cedidos o buscan una cesión. Por lo que ahora solo falta rematar con las últimas salidas. Y es que en la plantilla al técnico de Zaldibar le sobran tres jugadores: Calavera, Rubén Lobato y Nano Mesa.
En el caso de este último, es quien más cerca parece tener su salida de concretarse. El acuerdo entre todas las partes con el Cádiz para que el tinerfeño recale allí es casi total. Solo falta por definir los últimos detalles de la operación, que pasa por que el club gaditano también acelere sus salidas. Mas complicadas son, por ahora, los otros dos casos.
El lateral tarraconense Jordi Calavera también negocia su salida. Pero ahora mismo no tiene propuestas que satisfagan a las partes. En los inicios del mercado, Calavera fue relacionado con Sporting y Zaragoza. Pero entonces el cuadro armero frenó su salida para evaluarle en pretemporada. Ahora la decisión es firme y el tarraconense tendrá que volver a salir.
En el caso de Rubén Lobato su fichaje como fidelizado era una apuesta a medio o largo plazo del Eibar en el madrileño. El lateral zurdo llegó al club tras dos campañas sobresalientes en el filial del Real Oviedo y la idea pasaba por encontrarle una cesión, mismo caso que Asier Benito, cedido en la Ponferradina. Pero hasta el momento ningún club de LaLiga SmartBank se ha interesado en él. Solo equipos de Segunda ‘B’, con el Burgos como principal interesado, pidieron formalmente su cesión, pero el cuadro armero quiere cederlo a una categoría superior y no accedió. Una postura que tendrá que ir flexibilizando según se acerque el fin del mercado si quiere cerrar con éxito su operación salida.