Por favor, aprendan a usar el VAR

Este año, con un año de retraso respecto a la máxima categoría, el ansiado VAR llega a la categoría de plata. Sin duda, su eficacia ha quedado demostrada ya en los primeros partidos. Sirvió para que el Albacete encarrilase su triunfo de la jornada 1 con un penalti que casi nadie vio. Sirvió para que el Dépor se adelantase frente al Real Oviedo gracias a un gol legal que había sido invalidado. Y también sirvió para corregir dos decisiones castigadas con roja directa que el colegiado no había apreciado en directo en Montilivi y Vallecas. Acciones en las que se corrigieron errores y por lo tanto se hizo justicia.

Pero lo que está en duda partido a partido es su eficiencia. Las continuas y prolongadas interrupciones, el no saber que es lo que sucede y la incertidumbre que genera tanto en jugadores, entrenadores como aficionados, es algo que debe ser mejorado ya. Es urgente una revisión del sistema y de la toma de decisiones. No es de recibo que en la señal de televisión un gol anulado por fuera de juego se vea claro. Pero desde el VAR no se tome la decisión hasta pasados cuatro minutos como ocurrió el pasado viernes en el Carlos Belmonte. Tampoco lo es que en un partido que dura noventa minutos, se pierdan entre trece y catorce minutos solo en consultas al VAR.

Un sistema muy lento y que desvirtúa el fútbol

Esto puede achacarse a que el sistema aún está en implantación y debe ser mejorado. De ser así, que ojalá, se notará una mejoría de los tiempos en las tomas de las decisiones en las próximas jornadas; asemejándose a otras competiciones. Pero aquí subyace otro problema: el nivel de ciertos colegiados de la categoría. El VAR debería ayudarles a ser mejores y que sus errores, lógicos como en todo ser humano, no sean tan decisivos. Pero algunos parecen resistirse a ello. El orgullo parece impedirles reconocer que se han equivocado, gracias a ese blindaje y burbuja en la que se tiene a los colegiados en este país.

Volvamos al partido del pasado domingo en El Molinón, ya que tuvo polémica para aburrir. En el 55′ de encuentro hay una acción entre Advíncula y Pablo Pérez que el colegiado (el vasco Iñaki Vicandi Garrido) a escasos tres metros de la acción no interpreta ni siquiera como falta. La jugada es, incluso con imagen, muy difícil determinar si es dentro o fuera. Pero la jugada deja en evidencia al colegiado por su modo de actuación una vez se detiene el juego.

Jugada de Advíncula y Pablo Pérez que Vicandi Garrido no estimó ni revisable, ya que claramente dice que no hay nada con sus gestos. Falta y discutible penalti. No pitó absolutamente nada. Dos minutos después el Sporting se quedó con 10 jugadores. #SportinGIFS pic.twitter.com/ZZ24vfvFlm

— Sergio I. (@sergiglesias) August 25, 2019

Como toda jugada polémica, es revisada en el VAR. Probablemente, el colegiado encargado del videoarbitraje no logra tener la certeza de si es o no penalti. Pero Vicandi Garrido, como expresaron tras el encuentro jugadores del Sporting en zona mixta, se desentendió totalmente de su colega en el VAR. Se negó, según las propias palabras que intercambió a través de la comunicación con la sala VOR, a ir a revisar las imágenes porque tenía su decisión muy clara. Algo que, cabe recordar, está en su derecho de hacer como colegiado principal.

Usar el VAR para justificarse y no para ser justo

Pero esto, al menos a quien escribe, le parece muy grave. Ya que se demuestra uno de los mayores temores que pueden subyacer en la implantación del VAR. Y es que algunos colegiados, lejos de querer usarlo para hacer del fútbol más justo, lo hacen para justificarse ellos mismos. No vaya a ser que tengan que reconocer que se han equivocado en una de sus decisiones.

En resumen, urge una solución a este problema. Porque ahora mismo el VAR en LaLiga SmartBank va camino de convertirse en un auténtico problema tras dos jornadas caóticas. Y yo les propongo una solución, que quizá les cueste a algunos colegiados. Pero se lo pido por favor. Aprendan a usar el VAR. Aprendan a ser humildes y aprendan a reconocer que si se equivocan, ahora tienen una herramienta para enmendarlo.