La SD Eibar ha sumado un punto en sus dos primeros compromisos ligueros. Lo que le sitúa en la decimoquinta posición de la tabla. Quizá se esperaban algo más los de José Luis Mendilibar teniendo en cuenta que el calendario les emparejó de inicio contra Mallorca y Osasuna dos recién ascendidos a LaLiga Santander.
Pero también es cierto que el comodín de Ipurúa aún no lo han gastado. Tres desplazamientos consecutivos al inicio de curso pueden marcar el ir a remolque las siguientes jornadas si los resultados no acompañan. Antes de “reestrenar” el feudo armero tendrán que visitar al colíder y siempre exigente Atlético de Madrid. Partido termómetro para marcar si el inicio de los eibartarras puede pasar factura o no.
Las últimas temporadas también tuvieron comienzos difíciles
La pasada campaña los de Mendilibar comenzaron el curso con dos derrotas consecutivas. Las dudas se disiparon a la tercera, venciendo en casa por dos a uno a la Real Sociedad. En la 17/18 en el estreno liguero ganaron cero a uno al Málaga. Pero los dos siguientes partidos cayeron derrotados. También tres de nueve. Dos comienzos similares al de este año a la espera de que el Eibar a base de trabajo vaya encontrándose y progresando.
El mejor arranque en Primera División de los azulgranas data de la temporada 2015/16 en la que lograron sumar siete puntos en las tres primeras fechas. Dos victorias (Granada, Athletic Club) y un empate (Málaga) que colocaron al equipo a las primeras de cambio en la zona alta. Algo a lo que no hemos vuelto a ver.
Mendi intenta dar con la tecla
El míster de Zaldibar acometió varios cambios para afrontar el envite frente a Osasuna respecto al once presentado en Mallorca. La falta de punch de los navarros y la necesidad de puntuar de los guipuzcoanos desembocó en un partido tosco y con pocas acciones rescatables.
El plan de partido que había diseñado en técnico armero funciono a medias. Si bien es cierto que dejó la portería a cero y el experimento Arbilla en el costado izquierdo y Sergio Álvarez de central no chirrió demasiado, Osasuna gozó de varias situaciones de peligro fruto de los grandes espacios que dejaron los defensores entre su espalda y las inmediaciones de Marko Dmitrovic, hasta la fecha el mejor del equipo. Dato significativo.
Pero los “males” de este Eibar se acrecientan de medio campo hacia adelante. La presión alta de los eibartarras de momento no está surtiendo efecto. Los riegos que asume el equipo para intentar robar lo más cerca posible de la portería contraria no están dando sus réditos. Casi todo el peligro generado por los armeros ha venido de situaciones a balón parado.
Por otra parte los característicos centros laterales de los eibartarras, siempre comprometidos para las defensas contrarias, no están encontrando rematadores. Sergi Enrich y Kike García principales referencias ofensivas del equipo apenas han gozado de situaciones de gol en los 180 minutos que ha disputado el equipo.
Hacen un gran derroche físico, en sus tareas defensivas de presión y de tapar las líneas por las que pueda circular el esférico. Pero cuando el equipo tiene el balón falta movilidad, anticipación y clarividencia en el último pase.
Poco que rescatar sobre las nuevas incorporaciones
Esteban Burgos lesionado, aún no ha debutado en el Eibar. Takashi Inui aunque ha entrado en convocatoria no ha recibido de momento la alternativa. Edu Expósito va entrando poco a poco, aunque aún no ha dado su mejor versión. El equipo necesita un timón en el centro del campo y ese rango debería de ser con el paso de las jornadas para el fichaje del Deportivo de La Coruña.
Quique González salió como revulsivo en Son Moix pero apenas tuvo incidencia en el juego. Rober Correa jugó frente al Mallorca protagonizando un debut aseado pero con derrota. Por último Álvaro Tejero es el único de los fichajes que ha jugado los dos encuentros. Pero en ambos ha sufrido los rigores de la Primera División.