Lo de Jorge Pombo (Zaragoza, 22 de febrero de 1994) este verano ya debe considerarse mucho más que una tragicomedia o un sainete. Uno de los hombres cuya salida del Zaragoza se esperaba, no solo temprana, sino dejando dinero en caja, se ha convertido en un auténtico problema. Un problema creado porque ninguna de las dos partes está dispuesta a ceder en sus pretensiones. Solo están de acuerdo en una cosa: en que Pombo debe dejar de ser jugadores del Zaragoza antes de que cierre el mercado.
Pero el problema radica en el cómo. El Zaragoza quiere dinero, aunque sea una pequeña cantidad, por su traspaso. Pero ningún club español paga, sabedores de que el tiempo corre en contra del cuadro maño. Solo del extranjero ha llegado alguna propuesta, aunque no firme, de un traspaso. Pero el jugador se ha cerrado en banda a salir de España. Quiere seguir en las competiciones nacionales, donde además, sabe que varios equipos aún le quieren. Además, dada su situación, inesperada en un principio, cada vez son más equipos los que ven la posibilidad de incorporarle. Una incorporación que, dado solo le queda un año de contrato en Zaragoza, podría ser en propiedad y sin un coste más allá del salario del jugador.
Uno de estos últimos, tal y como apunta El Periódico de Aragón es el Racing. El cuadro racinguista, como los demás interesados, no va a abonar ni un euro por su traspaso. Pero está totalmente a la expectativa para intentar convencer al jugador si llega libre de ser un jugador importante a las órdenes de Iván Ania. Quedan poco más de cinco días de mercado y la pelota está en el tejado del club blanquillo.