La jornada cinco de esta Liga SmartBank no será recordada con especial interés por Oviedo y Sporting. En el Oviedo, la quinta semana de competición deja la primera destitución. La de Sergio Egea. Al técnico no le acompañaron los resultados, y eso en el fútbol, como él mismo reconoció, pesa mucho. El equipo volvió a caer. esta vez frente al Elche en el Tartiere. En Gijón, el Sporting dejó escapar dos puntos en un encuentro que no supo cerrar. Los de Jose Alberto se adelantaron tras un golazo de Đjurđević y las tuvieron para cerrar un partido que Aketxe empató en el descuento.
Mucho por mejorar
- Nueva formación que crea dudas: La idea de salir con un 4-4-2, con dos puntas luchadores ante un equipo débil en defensa es de manual. Y pareció dar sus frutos cuando en el minuto cinco se adelantaron los rojiblancos. Pero más allá de eso, el equipo sufrió para sacar el balón de atrás. Un desaparecido Javi Fuego no pudo ser el nexo de unión para dar salida al juego. Y Nacho Méndez y Manu García supieron leer el juego por momentos. Al final, todo fue volver a lo mismo. Patadón arriba y volver a presionar.
- Los partidos duran más de 90 minutos: Los encuentros se le están haciendo eternos al conjunto rojiblancos. Las segundas partes parecen un Tourmalet continuo. El equipo no sabe cerrar los partidos y la presión y falta de control al final de los mismos pasa factura. Y, aunque por suerte son pocos, se cometen errores infantiles por un cúmulo de despropósitos. El penalti llega tras permitir una transición rápida con espacios que acaba en córner. Algo inadmisible en un tiempo de descuento.
- Javi Fuego no está; DJuka celebra su renovación: Claramente llegó como fichaje estrella. La vuelta de un hijo pródigo. Pero su temporada pasada casi en blanco le pasa factura. Exceso de nervios y arriesgando demasiado en pases desde atrás que nunca han sido la seña de su juego. No se sabe si será el físico o la cabeza, pero no está. Y ayer debía de haber sido el primer cambio. Por su parte, el serbio es un jugador de rachas y le puede la presión. El gol de ayer puede ser la mejor noticia del partido para los rojiblancos. La confianza volvió y el jugador lo intentó después desde todos los sitios. Pero sobre todo se vuelve a demostrar que el mejor Djuka se ve cuando juega acompañado y no como referencia.
- José Alberto tiene un problema: No es algo nuevo. Se lleva tiempo viendo. Puede ser que la idea de juego no se comparta, eso está bien. Pero no se puede fallar a la hora de leer y cerrar un partido así. Alguna de sus convocatorias ya parecieron extrañas y sin verdaderas alternativas para variar los partidos. A ello se añade que los cambios de ayer no aportaron nada al equipo e hicieron agua por todos los lados. El míster debe dar un paso al frente y asumir riesgos. Su lectura en sala de prensa del partido no hace más que aumentar las dudas sobre su capacidad para intentar tener al equipo en la pelea por el ascenso a la máxima categoría.
Fin a la segunda etapa de Sergio Egea
- Un Oviedo desalmado: La Segunda División es una de las categorías más complicadas que existen en el mundo del fútbol. Y el Real Oviedo de Sergio Egea lo ha notado en apenas cinco jornadas. El equipo no ha mostrado nada en este arranque de temporada. Cinco semanas en las que el cuadro carbayón ha dejado a entrever que es un equipo perdido, sin rumbo ni patrón de juego. Y ayer, además, desesperado. Así lo muestran las dos expulsiones. Fruto de la desesperación. Los números condenan a Sergio Egea, aunque la grada estalló dirigiendo sus miradas a una posición más elevada que la del banquillo.
- El Elche destapa la crisis, como en 2002: La historia se repitió diecisiete años después. El cuadro ilicitano llegó al Carlos Tartiere en plena crisis azul, y poco le hizo falta para sacar los colores a un equipo que acabó desquiciando a la grada. Al grito de ‘directiva dimisión’ y ‘Del Olmo vete ya’ despedía la parroquia azul a los suyos. Cánticos a los que acompañó una sonora pitada en la que parece quedar claro que los seguidores azules no ven en la parcela deportiva el mayor de los males.
- Caos en defensa: Hablando ya del encuentro, el Real Oviedo volvió a mostrar una fragilidad muy preocupante en defensa. El equipo concedió dos goles que vuelven a dejar a entrever la falta de contundencia en la zaga. El primero llega tras un saque de banda. Yacine, ante la oposición de la zaga, logró darse la vuelta y perfilarse para sacar un disparo ante el que nada pudo hacer Nereo. El segundo, que viene tras una mano no señalada, llega tras un balón largo en el que la defensa pierde por completo la marca de Yacine, que solo ante Champagne anota el segundo. Errores que nadie perdona. Errores que ya han costado muchos puntos.
- Rozada buscará la reacción: El Real Oviedo busca reaccionar con lo de casa. La apuesta por Javi Rozada parece ser la más lógica. Un entrenador con marca Requexón, que en apenas dos años subió al Vetusta a Segunda División ‘B‘ e hizo que sus pupilos firmasen el mejor año del filial en la categoría de bronce. El técnico ovetense construyó, en el filial, un equipo muy agresivo sin balón, que aprieta muy fuerte cada vez que no la tiene y sabe qué hacer con la pelota en los pies. Ahora, toca ver qué plan lleva a cabo en el primer equipo y, por supuesto, cuál será la respuesta de los jugadores.