Málaga | 1 | 1 | Rayo |
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El Málaga y el Rayo Vallecano han empatado en un partido vibrante que pudo haber acabado tanto en victoria local como visitante. Los blanquiazules querían ganar para olvidarse de sus problemas fuera de los terrenos de juego, pero el equipo rayiista no se lo permitió y a punto estuvo de llevarse un partido de locura.
El Málaga saltó al partido con ganas de olvidar y dejar de lado sus problemas extradeportivos. La presión se hizo notar en cuanto el árbitro realizó el pitido inicial, el Rayo no iba a estar cómodo durante el partido. La decisión y la intensidad con la que el Málaga arrancó, sorprendió a un Rayo falto de concentración en los comienzos de partido como viene ya acostumbrando. Este hecho hizo enfurecer a Paco Jémez, que ya había hablado de la necesidad mejorar en ese aspecto. Este mal primer tramo del conjunto franjirrojo lo acabó aprovechando el equipo local. En la mejor jugada del Málaga en lo que llevamos de temporada llegaría el primer gol, oba de Cifu. Una triangulación perfecta en tres cuartos de cancha entre Adrián, Juanpi y Cifu, el primero asistió al tercero para que rematase dentro del área prácticamente a placer batiese por bajo a Alberto. Primer gol y primer gran enfado de Jémez.
Tras encajar el gol, el partido cambió algo su dinámica gracias al orgullo que siempre ayuda a sacar la franja que lleva el Rayo en su pecho. Embarba, Pozo, Trejo y Andrés Martín se empezaron a juntar en una zona donde los jugadores de su clase suelen ser letales. Los chicos de Víctor Sánchez del Amo se encerraron ligeramente y empezaron a sufrir las acometidas de los visitantes con Embarba a la cabeza. A pesar de ello las llegadas no eran tan peligrosas, salvo un gran disparo cruzado y raso de Pozo con su pierna izquierda que tuvo que salvar con una gran mano Munir. Hasta ahí el peligro del Rayo, porque a la media hora de partido, la dinámica volvió a cambiar. Como si un extra de energía se tratase, los jugadores blanquiazules volvieron a presionar la salida e balón del rival. Esa presión daría sus frutos con pérdidas de los visitantes en campo propio que generaron grandes ocasiones que no acabaron en gol de milagro y por un gran Alberto García. El poco acierto de los malagueños salvó a los de Vallecas hasta el descanso, donde se llegó con una ligera ventaja, de un gol a cero del Málaga sobre el Rayo.
Tras el descanso, el partido esta vez cambiaría totalmente de cara, una cara que aún no se había visto, un Rayo verdaderamente peligroso y dominador. La caja de los truenos la abriría el técnico vallecano con su primer cambio. Entraría Bebé por un Andrés Martín, que no estuvo muy conectado en la primera parte. Bebé, agitador nato de partidos, dio ese plus en ataque que le faltaba a los de la barriada. Todos le conocemos por su disparo, da igual desde donde, no se lo piensa. Y así lo demostró, en su primer balón, con apenas un minuto transcurrido de la segunda mitad, el portugués no se lo pensó y desde unos 35 metros reventó el balón contra el palo derecho del arquero malaguista. Eso fue de un preámbulo de lo que acontecería. El Rayo robaba, dominaba y llegaba. El Málaga se veía superado, estaba contra las cuerdas y parecía otro partido. De este modo, en el minuto 53, una gran llegada por la banda del lateral izquierdo Saúl propició un gran centro que remataría el mejor del Rayo, Adri Embarba, que sigue de dulce (4 goles y 4 asistencias en el inicio de esta temporada). Los locales se encontraron con el vendaval de Vallecas de golpe y no sabía como reaccionar. El Rayo quería ganar y se lanzó a por ello, dominando y generando ocasiones de gol con otro balón al palo, esta vez del argentino Ulloa. Este dominio sólo fue parado tras una mala noticia, la lesión del central rayista Milic. El parón no vino bien a los visitantes, les frenó y el choque se igualó. La afición local también despertó y empujó a su equipo para ir a por la victoria. En esta situación, el partido se puso muy atractivo, un partido que se rompió y en el que ambos equipos podían marcar. La presión de los boquerones volvía a funcionar y a producir, aunque esta vez tenía respuesta con las galopadas de Bebé y de Embarba. Los últimos diez minutos llegaron con un partido loco y a tumba abierta, donde pesaba más la valentía a ganar que el miedo a perder. Sin embargo, el cansancio también pesó y ningún equipo logró tener acierto. Por tanto, finalmente se llegó a un empate que deja un sabor agridulce a ambos equipos, sobre todo a un Málaga que tendrá que esperar para conseguir su primera victoria.
Ficha técnica | |
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Málaga: Munir; Luis Hernández, Lombán (Lorenzo González, min 61), Diego González, Cifu, Juan Carlos; Bare, Benkhemassa (Boularhoud, min 69), Adrián González; Sadiku (Hugo Vallejo, min 83), Juanpi | |
Rayo: Alberto García; Advíncula, Saveljich, Milic (Alejandro Catena, min 68), Saúl; Mario Suárez, Trejo, Pozo (Óscar Valentín, min 79), Embarba, Andrés Martín (Bebé, min 45); Ulloa | |
Goles: 1-0 Cifu, min 7. 1-1 Embarba, min 53.
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Árbitro: Isidro Díaz de Mera |