Se dice en el mundillo que las pretemporadas sirven para coger tono físico y cargar las pilas antes de una temporada. Pero para muchos futbolistas es un periodo en el que también deben pelear por hacerse con un puesto. Jugadores jóvenes, normalmente canteranos, y otros miembros de la plantilla que parten el día uno de los entrenamientos con la etiqueta de «descarte» o de «transferible», tienen entre cinco y seis semanas para ganarse el puesto.
Eso sí, muchos no consiguen cambiar su rol. Y no siempre es culpa suya. No son pocos los técnicos que nunca dan su brazo a torcer aunque el jugador tenga buena predisposición, trabaje como el que más y destaque en pretemporada. Por fortuna para el Deportivo Alavés, Gaizka Garitano no es uno de esos; y ha sabido reintegrar a un Bobby Wakaso al grupo cuando todo apuntaba hacia su salida de Vitoria.
Y es que Wakaso estuvo con pie y medio fuera del club en el verano. La entidad alavesa negoció un traspaso con el Getafe, donde era objeto de deseo y de mucha codicia del ex-entrenador babazorro José Bordalás. En ese momento no fue Garitano quien impidió la salida de un jugador que siempre declaró quería quedarse en Vitoria. Lo que frustró su salida fueron las altas pretensiones económicas para llevar a cabo el traspaso que el Alavés le pedía al Getafe.
Titular en los cuatro encuentros disputados
No obstante, superada esa fase, el técnico de Bergara sí que ha sabido ser justo. Wakaso fue de los mejores en pretemporada y se ganó su puesto en el equipo. Solo así se explica que el ghanés haya sido titular en los cuatro encuentros disputados hasta la fecha y se haya convertido en una pieza básica para el entrenador. Y, dadas sus actuaciones, no parece probable se vaya a caer del once el próximo fin de semana en el derbi frente al Athletic. No obstante, esa decisión corresponde solo a Asier Garitano.