El comienzo de temporada para el Valencia está siendo un camino tortuoso, parece un símil a la temporada pasada pero no lo es, la diferencia es simple, la destrucción de un proyecto empezando por sus raíces.
Estamos a finales de septiembre y el club de la avenida de Suecia sigue vagabundeando por la clasificación, con algunos destellos pero sin el boom final. Son muchos los factores que han influido para que este Valencia campeón haya empezado de esa forma la temporada.
Falta de confianza del propietario
Ya la temporada pasada se hizo palpable esta situación, solo consiguió eclipsarlo la buena dinámica del equipo la segunda vuelta con actuaciones destacables como el partido de copa contra el Getafe o la remontada en Krasnodar en el último segundo. Las órdenes que llegaban desde Singapur eran claras y precisas dejar la copa y la Europa League de lado y centrarse en la liga.
El equipo y cuerpo técnico desobedeció las órdenes y acabaron consiguiendo la copa y llegando a semifinales de la Europa League, volviendo así mítico Valencia campeón. Al propietario esto no le gusto nada, y en la reunión final de temporada como el ex técnico valencianista afirmó “Peter nos felicitó por el objetivo champions conseguido, pero no por el título conseguido”. El dueño singapurense mostró así su descontento con el área técnica.
El grupo sigue unido pero…
La grabe herida que ha dejado la marcha de Marcelino ha hecho mella en los jugadores, la destrucción de un proyecto de futuro con Valencia de nuevo en lo alto ha supuesto un duro palo para los componentes de la plantilla. Pese de que desde la dirección siguen afirmando de que ese proyecto sigue en camino, la realidad no es así. Esto unido a que el equipo se sentía muy a gusto con Marcelino y de su staff es una de las causas de la mala dinámica. Ha Celades se le ha recibido bien pero cuesta acostumbrarse a un nuevo sistema cuando llevas dos años jugando a lo mismo.
El hundimiento del Titánic
En las últimas décadas nunca un proyecto había creado tanta expectación en Mestalla como el Valencia de Marcelino y Mateu Alemany. Durante tres temporadas el Valencia de Peter Lim había vagabundeado por la clasificación incluso coqueteado con el descenso, excluyendo dígase bien dicho el primer año con Nuno Espirtu Santo. Mateu llegó a Valencia hace alrededor de dos años y medio y junto a él de la mano vino Marcelino.
Juntos formaron con Pablo Longoria lo que hoy conocemos como el Valencia campeón. Dos clasificaciones para champions en dos años y una Copa del Rey que devolvieron al club de la avenida de Suecia a lo más alto del panorama futbolístico.
Pero como dicto arriba la calma iba a ser como un oasis en el desierto, con Marcelino y Longoria fuera del club y Mateu con pie y medio, el equipo que tan feliz hizo a su afición hace unos meses parece haber desaparecido. La mala racha del equipo parece hacer mella en los jugadores que pese a ganar en Londres al Chelsea, en liga parece no arrancar del todo, apenas se ven destellos de aquel equipo que hace unos meses deslumbro al mundo con su juego defensivo y contraataques vertiginosos.