A nadie se le escapa que en la Avenida de la Palmera en Sevilla la prioridad en invierno es un pivote para el centro del campo. Muchos nombres se han relacionado con el Betis, los últimos en aparecer Marcone y Emre Can, pero también pasando por Paredes o Ascacíbar, que ocupan puestos importantes en la lista. Todos los estamentos del club coinciden en que ese fichaje es la mayor necesidad para enero.
Pero la fragilidad defensiva está haciendo que se identifiquen otras necesidades a lograr. Rubi no está dando, ni mucho menos con un sistema defensivo fiable y no es cuestión solo de los cinco goles encajados en Villarreal. El problema ya viene de antes. Por eso en el club lejos de descartar la incorporación de un central más, empieza a tomar mucha fuerza la opción de buscar también algún refuerzo para la zaga.
En verano se sondearon algunos nombres, como el ex-jugador del Villarreal Musacchio. Pero se encontró con unas condiciones económicas de imposible encaje en su tope salarial. Incluso con una posible salida de Aissa Mandi, por el que llegaron propuestas, hubiese sido muy complicado. Ahora con muchas semanas por delante para trazar un plan, el fichaje de un defensa central vuelve a tomar cuerpo y uno de los nombres que ha salido, según apunta Estadio Deportivo, sería el del celtiña David Costas.
David Costas Cordal (Vigo, 26 de marzo de 1995) se trata de un central diestro formado en las categorías inferiores del Celta. Tras debutar con apenas 18 años gracias a Luis Enrique, fue poco a poco perdiendo protagonismo. Acumuló dos cesiones casi consecutivas a Mallorca y Real Oviedo, de donde volvió al Celta donde se acabó ganando un sitio. Esta campaña, por lesiones principalmente, no se ha logrado hacer un hueco en el equipo. Tiene contrato hasta 2022, de forma que si el Betis quiere su incorporación no será sencillo y deberá pasar por caja. Ya se verá, dentro de dos meses, el verdadero, o no, interés bético en el vigués.