La gran semana en el Eibar, con dos victorias que han permitido aliviar la presión de lograr resultados ya, se ha saldado con varios triunfadores. Uno, el que más sin duda, será José Luis Mendilibar. El técnico vasco insistía en su modelo, con el que siempre ha logrado resultados, pero que en este inicio le estaba costando al cuadro armero. Las dos victorias contra Sevilla y Celta, especialmente la primera, le refuerzan a unos niveles que esta campaña no habiá alcanzado.
Pero otro de ellos es, sin duda, Pablo de Blasis. El argentino de 31 años ha tenido que ocupar por diversas circunstancias el lateral derecho. Frente al Sevilla, sin nada que perder, Mendilíbar le colocó ahí y el argentino respondió de forma fantástica, siendo parte importante de la remontada. Le ha dado frescura y profundidad a la banda derecha. A nivel defensivo no ha tenido demasiados problemas y su influencia en ataque ha sido importante.
Una solución de emergencia satisfactoria
De Blasis se ha convertido en la solución a los males que han afectado al Eibar en el carril diestro de la zaga. Pese a jugar todos los minutos en el arranque liguero, Álvaro Tejero no estaba dando el rendimiento que se esperaba cuando se le fichó. Agotó la paciencia de Mendilibar tras cinco partidos. Tras ese, el técnico de Zaldibar le dejó en la grada. Su sustituto, dado que el otro fichaje para el lateral, Rober Correa, está lesionado, fue Arbilla.
Pero el navarro fue el sacrificado en el intento del técnico vasco de ‘levantar’ el 0-2 que reinaba en Ipurúa frente al Sevilla. Colocó a De Blasis y el equipo mejoró y remontó. Mantuvo su apuesta frente al Celta y el argentino asistió a Edu Expósito para abrir el marcador. Su rendimiento garantiza su continuidad, ya que con Mendilibar, lo que funciona, no se toca.