Todo el mundo en la isla de la calma sabía que la vuelta a la máxima categoría sería un viaje abrupto y nada fácil. Un ascenso inesperado y una posterior mala planificación hacían la andadura en LaLiga Santander una travesía llena de obstáculos.
El inicio del campeonato daba una alegría. Victoria en el retorno y buenas sensaciones que se han ido desvaneciendo con el paso de las jornadas. El Mallorca de Vicente Moreno ha ido encadenando derrotas y un empate que deja un inicio muy flojo. Los bermellones han entrado en una espiral de acciones desafortunadas.
Siete palos en sendos partidos y cinco penaltis en contra han hecho que los partidos se le pongan cuesta arriba a los isleños. Sin embargo, en los últimos partidos el Mallorca se ha visto superado por el Getafe y el Atlético de Madrid, dos equipos que están un escalón competitivo por encima.
El último partido, en Vitoria, enfrentó al Mallorca con un equipo con sus mismos problemas. Un partido tosco, sin dominador desembocó en otra derrota de los bermellones. Los vitorianos aprovecharon otra pena máxima en contra del Mallorca para abrir el marcador. Con desventaja, al Mallorca le cuesta mucho reponerse y en Mendizorroza no fue diferente. Los bermellones se desarbolaron y llegó el 2-0 en una contra del Alavés.
El inicio deja un mar de dudas en la afición del Mallorca. De hecho, para encontrar un inicio tan dubitativo de los isleños hay que remontarse a la temporada 2000-01, con Luque o Eto’o en la plantilla. Ese año, el Mallorca calcó los resultados de esta temporada, incluso los goles encajados. Esa temporada, con Llompart en el banquillo, el equipo se consiguió salvar en la última jornada ante el Valladolid. Para encontrar un peor inicio de liga en Primera del equipo balear, nos tenemos que remontar hasta la temporada 83/84.
Con el paso de los partidos, los mallorquinistas han ido disminuyendo el nivel competitivo. Los jugadores baleares se ven superados en muchas facetas del juego y ofensivamente les cuesta horrores crear ocasiones. El bloque del año pasado sigue una misma tónica, pero los fichajes no se adaptan y solo Febas y Kubo entran con asiduidad en el once.
Tal vez, Vicente Moreno tiene que renunciar a sus ideales futbolístico.Explotar otro tipo de sistema puede que favorezca el juego ofensivo del Mallorca y no dejar a Budimir como un islote en el frente de ataque bermellón. Todavía hay tiempo para reaccionar. Hay muchos equipos del mismo perfil que el Mallorca y la pelea estará ahí.