El Castilla, a la heroica, deja con la miel en los labios al Sanse
El Castilla logró empatar en el minuto 92 con un tanto de Rodríguez que aguó la fiesta sansera
El Sanse y el Castilla firmaron un gran partido y digno de aplaudir. La emoción estuvo presente en todo el encuentro, que acabó con un empate a uno que sabe mucho a los visitantes y muy poco a los locales.
El partido comenzó y ya se vieron atisbos de lo que sería la primera mitad. El Castilla trataba de salir con el balón jugado y tener el control de la pelota, mientras que el Sanse aguardaba y mordía cuando tenían que hacerlo. De este modo, la tónica general fue de un primer tiempo trabado y con intensidad por parte de los dos equipos. Aún así, se produjeron varias ocasiones de peligro en las que los dos equipos podrían haberse adelantado. El Sanse tenía un problema a la hora de presionar en campo contrario. Ese problema fue Blanco, que dio una buena lección de como salir con el balón jugado. Cuando el balón llegaba a él, había un agujero en mediocampo que aprovechaba realizando reversos, conduciendo el esférico y dando el pase cuando había que darlo. Era en esos momentos cuando el equipo de Raúl podía generar peligro.
De hecho, así llegó la primera gran ocasión, pase del medio a la banda y centro magistral para que Pedro rematase solo de cabeza. El cabezazo pillo a contrapie a Irureta y cuando ya estaba vencido, apareció Puñal prácticamente sin quererlo y sacó el balón bajo palos. El dominio estaba siendo claramente favorable para el Castilla, pero poco a poco el Sanse se quitó la ansiedad y el nerviosismo que le otorgaba la necesidad de ganar. En varias ocasiones disfrutó de varios contraataques que pudieron adelantarles. Balones largos a la espalda de la zaga del Castilla que aprovechaban Iván Bueno y un Fer Ruiz que no paró de luchar. Llegada la media hora, llegó de esta manera la primera gran ocasión de los locales, una contra casi letal. El balón cayó en Iván Bueno, que combinó con Fer Ruiz y tras varios pases entre sus hombres de arriba, Gavilán disparó rozando el palo derecho de Altube. El peligro continúo por parte de los dos equipos, pero nunca siendo tan claro. La última antes del descanso la tendrían los madridistas con otro cabezazo que repelió Irureta con una gran estirada. Así, con intensidad y con cierto peligro, se llegó al descanso con 0-0 en el marcador.
Sin embargo, cuando parecía que no podía haber más intensidad, llegó la segunda parte y lo reventó todo. El Castilla salió más enchufado y sorprendía a un Sanse que se defendía con uñas y dientes. La adrenalina y la intensidad subían, también en la grada, que caldea a el ambiente. El conjunto madridista apretaba y controlada, sobre todo por banda izquierda con un especialmente incisivo Fran García. Ayoub, Rubén y el mencionado Fran García triangulaban rápido en banda creando una atmósfera vertiginosa. Lo único que le faltó a esa verticalidad fue remate. En banda lo exigía Raúl, gritaba y les animaba a probar la portería sansera. Esos tiros, no llegaban y daba alas a un Sanse que aguantaba como podía. Manolo Cano, está vez, dio con la tecla, pasados 20 minutos introdujo a Joel. Este, no le iba a decepcionar, luchó y luchó con la zaga de la fábrica. Así llegó su primera ocasión, el delantero del equipo franjirrojo corrió tras un balón que acabó consiguiendo. Se revolvió y acabó recibiendo una falta al borde del área que acabó con un disparo al palo.
Hasta ese momento, los locales no habían llegado a portería, pero a partir de ahí generarían varias ocasiones. La primera, una contra letal que no supo finalizar Nacho Buil tras ganar muy bien la espalda del capitán madridista Manu. Sin embargo, la segunda no iba a perdonar, de nuevo desmarque a la espalda que se completa con un gran pase de Joel. El resultado, gol de Nacho Buil que no perdonaba en su segunda oportunidad. Tiro con la zurda que, con ayuda de Altube, acabó entrando en la portería rival. Jarro de agua fría para el Castilla que vio como se les adelantaban en el marcador tras un gran partido. Los de Raúl no se vinieron abajo y comenzaron a jugar y crear el juego que habían perdido. El Sanse sabía de la responsabilidad que tenía su victoria y se encerró atrás con gran nerviosismo. Esto suele pagarse caro en equipos que traen una mala racha. Y así fue. En el último minuto de partido, balón peinado que le cae a Rodríguez y a bocajarro bate a Irureta. La desilusión cundió entre las filas locales y tras el saque de centro se llegó al final del partido.
Tras este resultado, el puesto de Manolo Cano queda en el aire y el Sanse acumula ya 6 partidos consecutivos sin conocer la victoria. Mientras tanto, el Castilla consigue no perder y de este modo sumar para seguir en media tabla.