En el Atlético de Madrid no quieren ningún susto con Thomas Partey. El ghanés, pieza básica para Simeone, está realizando un inicio de temporada espléndido. Algo que no solo ha generado alegrías en la afición colchonera, sino también intereses en otros equipos con un músculo financiero enorme. Esto no le es desconocido al Atlético de Madrid. Saben más que de sobra que si un equipo con lo que tradicionalmente se llama ‘dinero por castigo’ quiere llevarse a un jugador, lo hace.
Por ello lo que pueden hacer, y van a hacer con Thomas, es blindarlo. El Atlético ya trabaja en la mejora de sus condiciones. Aunque su contrato no finaliza hasta el 30 de junio de 2023, la realidad es que Thomas es poco más que una ganga en el mercado. Su cláusula de sólo 50 millones y una ficha muy discreta dentro de un techo salarial que no llega a los diez millones. Las conversaciones para esta renovación ya están teniendo lugar de forma fluida, aunque tampoco se espera un desenlace inminente. La intención es como mínimo, doblar esa cláusula, para que alcance las tres cifras millonarias.
Su importancia para Simeone es más que patente. Se fue Rodri, por quien el técnico no hizo intentos de retenerle. Llegaron Marcos Llorente y Héctor Herrera. Pero el titular indiscutible en ese puesto es Thomas. Un jugador que desde que debutase en el primer equipo en noviembre de 2015 ha acumulado 148 partidos con el Atlético de Madrid. Ahora es hora de darle el estatus que se ha ganado en la plantilla. Y todas las partes están conviniendo en hacerlo más pronto que tarde.