El Real Madrid está dispuesto a buscar en el mercado invernal un nuevo miembro para el mediocampo. Ante la imposibilidad de fichar a Paul Pogba, el deseado por Zinedine Zidane, la directiva abordará en enero el fichaje de Christian Eriksen, al que ya tantearon en verano, y que acaba contrato en junio de 2020.
Christian Eriksen quiere salir del Tottenham. El centrocampista ya ha cumplido con sus propósitos en el equipo londinense, y considera que debe salir de Inglaterra para dar un paso adelante en su carrera. Esa magia que emerge de las botas del danés han llamado la atención de muchos clubes en Europa, aunque el mejor posicionado en una posible negociación es el Real Madrid.
Zinedine Zidane necesita un mediocampista puro más en la plantilla. Aunque la demanda pasa por potencia, juego directo y trabajo (un pidanepel donde se mueven mejor hombres como Paul Pogba o Donny van de Beek), el Real Madrid sabe que Christian Eriksen sería una grandísima incorporación para darle precisión y creatividad a un mediocentro que no es del todo regular en cuanto a creación de juego se refiere.
Christian Eriksen ha rechazado todas las ofertas que ha puesto sobre su mesa Daniel Levy, presidente del Tottenham, y ya ha decidido que quiere marcharse de Londres. El Real Madrid es su objetivo, y desde el club blanco ven con buenos ojos un fichaje que podría estar entre los 20 y 25 millones de euros, ya que el danés acaba contrato en junio de 2020 y podría esperar al final de la temporada y haber dejado atado su futuro con la entidad madridista a partir del 1 de enero.
El Real Madrid quiere evitar que se repita un nuevo caso Kepa Arrizabalaga, el cuál se vivió hace dos años y en el que el portero pudo haber fichado por 20 millones de euros en invierno al no renovar su contrato, aunque fue Zinedine Zidane quién tiró la operación. Ahora, la directiva blanca no dudará a la hora de ir a por un Christian Eriksen que empieza a ver su futuro muy cerca del Santiago Bernabéu.