Fin de semana muy distinto para Oviedo y Sporting. Dicen que la alegría va por barrios, y ahora el que sonríe es el azul. El cuadro de Javi Rozada sumó su segundo triunfo consecutivo lejos del Tartiere. Una victoria muy importante en un campo complicado y ante uno de los equipos llamados a estar arriba. Los carbayones, tras una segunda parte espectacular, remontaron ante un Albacete que se había adelantado en el primer acto y salen de los puestos de descenso. Situación radicalmente opuesta viven los chicos de José Alberto. Los rojiblancos prolongan su dinámica negativa y vuelven a caer, esta vez en casa, en un choque muy pobre al que dijeron adiós antes del descanso. Pese a las múltiples ocasiones de las que dispusieron, el conjunto de Gijón volvió a mostrar su peor cara y pagó muy caros sus errores defensivos.
A la deriva, sin rumbo y sin capitán
- Manual perfecto de como tirar un partido: Lo que el Sporting perpetró el sábado es la mejor manera de como querer ‘cargarse’ a un entrenador. Algo que no se entiende porque si un mensaje sale del vestuario es de unidad y apoyo total al entrenador. El sábado el equipo fue un desastre absoluto en todas las facetas comenzando por el banquillo, pero que no lleve a engaño. Los once que saltaron dieron un bochorno ante más de 17.000 espectadores que bien merecerían se les compensase económicamente por dicha puesta en escena de los ‘artistas’. Solo el descaro y vigor aportado por Isma Cerro y Álvaro Vázquez pueden merecer un aprobado para ellos.
- La paciencia con ciertos jugadores se agota: Especialmente con Djuka. El serbio sigue empeñado en fallar goles que ningún otro delantero de la categoría y me atrevería a decir categorías no profesionales fallaría. Dos goles en once partidos jugándolo casi todo y teniendo ocasiones variopintas y de todos los colores no es de recibo. Otro, aunque en menor medida, podría ser Borja López. Ya su inclusión en el once era extraña, dados los buenos partidos que venían despachando Marc Valiente. El gijonés ya le ha costado muchos puntos al Sporting con sus errores. Casi tantos como los errores de Djuka en el área contraria.
- El desencanto ya es mayoritario: No es para menos cuando un llamado candidato al ascenso solo suma once puntos de treinta y tres. La pitada y el abucheo de la grada al descanso el otro día fue de los que suelen traer aparejadas medidas drásticas. De nada sirve que en el segundo acto el equipo mejorase y de haber estado medianamente afortunado hubiese podido lograr una épica remontada, porque se generaron ocasiones muy claras en gran número. Porque el rival con 0-3 poco menos que se echó en una hamaca a dormir y beberse un margarita.
- ¿Última bala en Elche para José Alberto?: Todo indica, aunque será este lunes cuando tome confirmación ‘oficial’ tras una reunión entre los estamentos del club, que José Alberto López seguirá una semana más. No está descartado el cese, aunque no parece probable. Todo indica que la confianza que mostró el vestuario y Miguel Torrecilla la pasada semana le valdrá para sentarse en el Martínez Valero el próximo sábado. Pero no se engañen, en el consejo de administración la palabra usada el fin de semana refiriéndose al técnico era ‘amortizado’. Aunque aguante una semana en busca de una reacción en la que solo los creyentes en milagros confían. O hay un cambio radical en tierras alicantinas, o los días del ovetense parecen contados.
Berjón guía al Oviedo
- Segundo triunfo de la temporada. Y ambos fuera de casa. El Oviedo de Rozada sigue dando continuidad a la buena imagen que viene mostrando desde la llegada del ovetense al banquillo. Suma cuatro encuentros de forma consecutiva sin conocer la derrota. Ocho de los últimos doce puntos disputados y nueve de dieciocho desde la llegada de Rozada. Números que permiten al equipo abandonar la zona de descenso. Ahora, el equipo ya se centra en lograr ese primer triunfo en el Carlos Tartiere para empezar a ver de lejos los puestos de descenso.
- Triunfo de prestigio. La victoria de este domingo tiene mucha importancia. Lo primero para los integrantes de la primera plantilla en lo anímico. El trabajo se vio recompensado. El equipo ya está fuera de descenso y la semana se afronta de otra forma. Los tres puntos llegan después de un partido muy trabajo en al que el equipo, pese a las adversidades, nunca perdió la cara. Una segunda parte sensacional permitió dar la vuelta al tanto inicial de Ojeda. Primero con un tanto de Sangalli y después con otro de Borja Sánchez, previa parada sensacional de Champagne.
- Tres nombres propios. Los de Saúl Berjón, Sangalli y Borja Sánchez. El capitán es el mejor futbolista de este equipo. Lo demuestra cada vez que pisa el césped. Un jugador diferente, que en el Belmonte dio una nueva lección magistral de fútbol. Fue el encargado de guiar al equipo, de hacerle jugar, de desatascar cualquier situación en ataque. La vía para que Sangalli, el chico multiusos de Rozada, hiciese el primero. Marco ya es indiscutible para todos. Polivalente, vertical, desequilibrante y con mucho trabajo a sus espaldas. Un futbolista de los que gusta mucho a la grada, al igual que Borja Sánchez. El canterano es la perla de El Requexón, y hoy se ha estrenado en el fútbol profesional. Con un tanto sensacional que vale tres puntos de oro. En el momento oportuno.
- El equipo, esa es la clave. Rozada ha conseguido confeccionar un bloque muy competitivo, que jamás da un encuentro por perdido. Tras la primera semana después de su llegada, en la que apenas tuvo entrenamientos para implantar sus ideas, el conjunto asturiano ha mostrado una mejoría notable sobre el césped. Más sólido en defensa y con las ideas muy clara en ataque. El bloque demuestra estar más unido que nunca. Solidarios, todos los futbolistas reman en la misma dirección. Y eso, a la larga, es lo más importante de cara a conseguir los objetivos.