Hace apenas de 10 meses, el Real Madrid hacía oficial la contratación de Brahim Díaz a cambio de 14 millones, procedente del Manchester City. A pesar de que el futbolista acababa contrato en junio de este año, y el conjunto blanco podría haberlo incorporado coste cero, desde la cúpula decidieron hacer efectiva la opción de compra en invierno.
Esa decisión fue tomada en parte por no entorpecer las relaciones mercantiles con el conjunto inglés, y por otro lado, consideraban al extremo un recurso más que apto para el desempeño de la segunda mitad de la temporada. Sin embargo, su participación a lo largo de la campaña fue intermitente.
Debutó como titular en su primer partido como madridista bajo las órdenes de Solari, y a partir de ese momento estuvo más de un mes en dique seco. Pasó de titular a no convocado, y a mediados de febrero, tan sólo un mes después de su fichaje, ya e hablaba de una hipotética cesión en el mercado de verano.
Sin embargo, los malos resultados desembocaron en la destitución del técnico argentino y la llegada de Zinedine Zidane. El regreso del entrenador francés suponía una nueva oportunidad para el malagueño para empezar de cero, y demostrar así su valía futbolística.
La llegada del galo no evitó la intermitencia de la presencia del extremo en el once. Durante las primeras jornadas, su presencia era más simbólica que determinante. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cosas se empezaron a torcer para el conjunto blanco.
Sin ningún título en juego, la competitividad descendió y los malos resultados no tardaron en llegar. Fue en este punto donde los futbolistas jóvenes y con más hambre de victorias tomaron el mando de la situación. Los Reguilón, Llorente, Valverde… y Brahim.
Durante las últimas jornadas de la competición, el joven malagueño se ganó la confianza del míster y disputó muchos encuentros, participando en las últimas cinco jornadas de Liga. A lo largo de estas, fue de lo más destacado del conjunto merengue, hasta el punto de que fue piropeado en rueda de prensa por Zidane: «A Brahim le gusta jugar y a mí me gustan los futbolistas que juegan».
Con este panorama, se podía intuir que sería una pieza relevante dentro del esquema de la temporada 19-20. Sin embargo, desde que comenzase la pretemporada, el malagueño aún no ha sumado ni un solo minuto. No pudo formar parte de la pretemporada debido a una lesión en el recto anterior derecho.
Una vez recuperado de la lesión, tampoco ha estado presente ni un solo minuto sobre el césped con la elástica merengue. Es, junto a Mariano y Altube, el único futbolista del primer equipo que aún no ha disputado ningún partido. Con esto, vuelven los rumores que le sitúan fuera del Madrid en busca d eminutos, a la espera de que, al igual que ocurrió la pasada campaña, vuelva a ganarse la confianza de Zidane.
Por @diegoaguado97