Las estrellas se alineaban para volver a aparecer siete años después en Son Moix. El Mallorca se preparaba para recibir al conjunto de constelaciones blancas en la noche del sábado. Un Madrid lleno de bajas se plantaba en el estadio bermellón ante un equipo que iba a morder desde el primer minuto.
Así, con el colisseo mallorquinista lleno hasta la bandera, se dio inicio al partido. Los de Vicente Moreno salieron con respeto ante las estrellas merengues. Entre esa actitud respetuosa balear se erigió Lago Junior para rebelarse. El costamarfileño desbordó a Odriozola y con su pierna derecha envió el balón al palo largo de Courtois. La pelota entró y Son Moix estalló.
Con el 1-0, el Mallorca no se vino atrás y consiguió marcar el 2-0, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego de Budimir. La rebelión iniciada por Lago Junior se empezó a calmar con el paso de los minutos, pero con la sensación de que los baleares tenían el control del encuentro. Por el bando capitalino, Vinicius fue el más activo dejando más de una vez sentado a Joan Sastre, que se vio obligado de intercambiar de banda con un excepcional Fran Gámez.
En los últimos quince minutos, Benzema sacó la varita para hacer magia, pero su truco se estrelló contra el palo para alivio local.
Los segundos 45 minutos empezaron con un revés para el Mallorca. Joan Sastre debía abandonar el terreno de juego por lesión en detrimento de Lumor. Los bermellones entraron al campo con la premisa de aguantar el resultado, pero sin perder el buen trato del balón.
Con el paso de los minutos, el Madrid intentaba embotellar a los bermellones. Sin embargo, el Mallorca aguantaba de forma muy aseada las acometidas del conjunto blanco y era capaz de crear jugadas con mucho criterio y cierto peligro.
Los jugadores de Vicente Moreno, con una marcha más, empezaban a desquiciar a los madridistas. Tanto, que en el minuto 75′, Lago Junior provocó la expulsión de Odriozola por segunda amarilla. En el último cuarto de partido, el Mallorca empezó a jugar con el tiempo para secar las opciones ofensivas de los merengues. Así lo consiguieron los isleños, los bermellones no dejaron jugar a su rival para alivio del respetable local.
Con un Madrid desquiciado e impotente se llegaba a los minutos de descuento, donde el Mallorca empezó a defenderse con garras al resultado. Una victoria que vale oro y que permite a los barralet salir del descenso tras su segunda jornada consecutiva venciendo. El Real Madrid, por su parte, muerde el polvo por primera vez en Liga y cae a la segunda posición. Las estrellas se apagaron en Son Moix.