La mala fortuna del Sanse y los golazos de Jacobo dan la victoria al Celta
El extremo gallego Jacobo, fue autor de un hat trick en la Victoria de su equipo
El partido en el Matapiñonera fue demasiado caliente en comparación al tiempo frío y gris que se vivía. El Celta supo sufrir ante un nervioso Sanse, para luego saber vencer con tres goles formidables.
¡Menudo comienzo de primera mitad por parte del Sanse! Pero la cosa se torció y mucho. Todo parecía perfecto para los locales, la intensidad y el ambiente hacía prever un partido bonito y con goles para ellos. Los primeros minutos eran propiedad del equipo de Manolo Cano. El Celta salió dormido y lo pudo pagar caro con las arrancadas de Iván Bueno y de Fer Ruiz. El peligro se concretó muy pronto, a los 4 minutos se produjo un penalti sobre Joel tras una muy buena protección del cuero dentro del área.
A la hora de tirar el penalti, todo eran sonrisas entre los aficionados hasta que, Fer Ruiz, lo falló. Su tiro se fue raso y desviado, rozando el poste derecho de la portería de Fran. Primera decepción que en principio no afectó al rendimiento sansero. Los siguientes compases de partido también fueron de asedio local. La más peligrosa fue una doble ocasión. Llegada de Joel que pone el balón a Iván Bueno, pero este no logra rematar, pero si lo haría Fer, que se encontró con Fran. Tras la parada del meta gallego, el rechace cayó en el Pipe Sáez, que trató de ajustar tanto el balón con Fran fuera de la portería que se le acabó marchando desviado.
Y tras el asedio franjirrojo, llegó el respiro celeste. Dos únicas ocasiones y dos golazos. Un rebote en campo propio del Sanse propició que el triunfador del día de hoy, Jacobo, hiciese el primero con una buena definición ante Irureta. Primera ocasión, primer gol. Tras el gol, se sucedieron minutos trabados en los que no se generaba peligro, hasta que llegó la obra de arte del partido. Jacobo recibe en banda izquierda, se escora en el pico del área y saca un derechazo con rosca brutal que manda a la misma escuadra, donde Irureta no pudo llegar. Y así se llegó al descanso. Un buen Sanse que veía como se le había escapado un primer tiempo en el que mereció más de lo que sucedió finalmente.
La segunda parte comenzó con otro aire, un Celta más serio que sabía que no tenía que cometer errores. El partido en este punto se volvió bronco por parte de ambos equipos. Los sanseros buscaban meter el gol que les metiera en el partido, pero la defensa rival estaba muy bien plantada. El nerviosismo comenzó a cundir en los de Manolo Cano, algo típico de un equipo que tiene talento, pero que no sale de la mala racha en la que lleva desde principio de temporada. Los errores en su defensa se volvieron habituales y, Jacobo, que ya llevaba dos goles, olía el tercero. Finalmente, el tercero llegaría. Otro fallo, esta vez de Nacho Buil en el pase, dejó el gol a placer del delantero, que a puerta vacía marcaría su hat trick particular.
El partido estaba sentenciado y acabó ensuciado por la expulsión de Gavilán en el 88 tras una fea patada fruto de la desesperación. Los vigueses terminaron de proteger su portería y un impotente Sanse vio como se le escapaban del Matapiñonera los tres puntos.
El Celta sale del bache a costa de un rival hasta ahora directo en el descenso. La UD Sanse, mientras tanto, vuelve a caer después de vencer la semana pasada en Getafe. Las sensaciones vuelven a ser malas.