Marc Márquez comentó las dos curiosidades del día: su salvada milagrosa y su toque con Lorenzo.
Acción con Lorenzo. «Son momentos de calentón. Al ser compañero de equipo, se habla más. He estado en su oficina, hemos hablado y todo está bien. Él tiene su punto de vista y yo el mío, pero simplemente tenemos que estar atentos. Un entrenamiento libre se convierte en un calificatorio, significa que tienes que entrar directo en la Q2, significa que tienes que respetar a los otros como en una calificación, sobre todo, los últimos minutos. Sabía que mi tiempo estaba muy justo para entrar en la Q2. De hecho, he acabado sexto mejorando en esa vuelta. He intentado adelantar de la mejor manera para perder poco tiempo, pero ha habido ese ligero contacto, que ha saltado su ala. Fui a su oficina a hablar esto: que tenemos que estar todos atentos, que si rodamos lentos en una vuelta, sobre todo, si son los últimos minutos, se tiene que mirar atrás. No puedes ir lento por el medio de la trazada porque llegan pilotos que vienen mejorando tiempo para entrar en la Q2. Está claro que él no me ha visto, no ha sido intencionado. Pero se tiene que estar atento. Él dirá: ‘No tenía más espacio hacia dentro’. Pero es que no tienes que estar dentro, que es la trazada buena. Tienes que estar por el exterior. Tenemos una buena relación y no hay polémica».
Sanción a Lorenzo. «Yo no pido sanción. Y menos si es mi compañero de equipo. No sería nada lógico. Somos pilotos, tenemos experiencia y hablando se entienden las cosas. Le he dicho que tiene que vigilar cuando va lento porque, no por estorbar la vuelta, sino por el peligro. Vienes muy rápido. En la curva 9, yo iba detrás, y Iannone no le ha embestido de milagro. Está claro que cuando te pasa una vez ya estás más atento».
Salvada: «No es provocada, evidentemente, pero hemos inclinado ahí 70 grados, récord de inclinación, pero sí que esta vez con la salvada incluso me he ido fuera de la pista. Hubo un momento, cuando me iba hacia dentro que iba a dejar la moto ya. Dije: ‘No se salva esto ya’, pero antes de dejar la moto, dije: ‘doy gas a ver qué pasa’. Di y se me levantó la rueda un poco y he podido salvarla. Estoy contento por el show, por nada más porque si salvas quiere decir que algo pasa. El público estaba ahí con las banderas, eso mola. Aquí están muy cerca. Me picó mi hermano en Motegi».