Fin de semana agridulce en Asturias. El Sporting puso la alegría en el fútbol asturiano profesional después de pasar por encima del Zaragoza en un encuentro donde brilló Manu García. Los rojiblancos fueron un auténtico rodillo y supieron aprovecharse de su superioridad numérica sobre el verde para sacar tres puntos que le permiten seguir la escalada hacia la zona noble. Una victoria que no pudo lograr el Oviedo en La Rosaleda. Lo primero, por el penalti inexistente que el árbitro señaló en contra de los azules. Lo segundo, porque el equipo volvió a ser víctima de sus propios errores. Todos coinciden en lo mismo: el peor partido de los carbayones desde la llegada de Rozada.
Se confirma la reacción
- Que los árboles no impidan ver el bosque: El Sporting venció, convenció, se gustó y goleó al Zaragoza. Nada de eso es falso, pero hay que ponerlo todo en su contexto. El gol al minuto 3, la expulsión al 30′ y el desastre táctico que fueron los maños el último cuarto de hora del primer tiempo fueron claves. Esta vez la efectividad fue alta, aunque se fallaron de nuevo unas cuantas ocasiones. Pero no todo fue oro. Los ‘García‘ brillaron, acompañados sobre todo de un buen Isma Cerro mientras tuvo gasolina y un doble pivote que por segundo partido consecutivo despachó un notable encuentro. Pero durante gran parte del segundo tiempo el equipo especuló y sesteó. Estuvo cerca de poder encajar un gol que hubiese complicado el encuentro contra diez. Gran y merecida victoria, pero de nuevo se concedieron cosas que no se deben conceder.
- Manu García, ¿de qué planeta viniste?: Claro que antes de todo eso, Manu García dio una auténtica lección de fútbol en los dos primeros goles y en prácticamente cada balón que tocaba. La calidad del ovetense no solo está por encima del resto del equipo gijonés, sino por encima de toda la categoría. Es un jugador de zona media alta de Primera División sin ninguna duda. Este domingo en El Molinón-Enrique Castro «Quini» se oyó varias veces que es lo más parecido a Messi que veremos en Gijón en muchos años o quizá en toda la historia. Disfrutémoslo mientras sea posible.
- Aitor García acabará siendo barato: Si además al mediapunta internacional sub-21 le das extremos a los que lanzar en profundo y el rival deja espacios, el disfrute está garantizado. Aitor García volvió a cuajar uno de esos encuentros que hacen que su fichaje, recuerden que costó un millón de euros, pueda acabar siendo barato. Cinco goles ya sin ser delantero y es el máximo artillero del equipo. Algo que contrasta con la ansiedad de Djuka, que hoy volvió a marrar un gol cantado. Su enfado consigo mismo tras ser sustituido por un Álvaro Vázquez, que vio puerta frente a su ex-equipo, es la prueba de ello.
- Preocupa la lesión de Babin: Dos victorias consecutivas en las que José Alberto López parece haber encontrado su once. Dos encuentros en los que además la portería se dejó a cero y se mostró una buena imagen defensiva. Pero el técnico no podrá mantener ese once en el próximo encuentro en Cádiz. Babin se lesionó y el propio defensa se descartó para ese encuentro en el Ramón de Carranza a falta de un diagnóstico más preciso. El francés fue muy claro en la zona mixta diciendo que espera que estar en el derbi. Algo que habla de una lesión que podría hacerle perderse varios encuentros, incluyendo el del Carlos Tartiere en tres semanas.
Derrota muy condicionada
- El peor Oviedo de Rozada. Desde la llegada del técnico ovetense al banquillo carbayón, los azules no habían sido superados de la manera en que lo hizo el Málaga en la noche del sábado. El cuadro asturiano no transmitió sensación de peligro en ningún momento del partido. Fueron inferiores y en ningún momento se tuvo la sensación de poder traerse a la capital de Asturias un resultado positivo. Ni siquiera tras el gol de Ibra, momento en que el Oviedo lo intentó con más corazón que fútbol. Muchas cosas que corregir de cara al próximo encuentro frente al Almería. El equipo combativo y competitivo debe volver cuanto antes.
- Los errores pesan. El Real Oviedo volvió a perder un partido en el que fue víctima de sus errores. Los azules no saltaron bien al césped de La Rosaleda. El Málaga fue superior desde el principio. Los locales pusieron en muchos aprietos a la zaga carbayona, que apenas tenía tiempo de respirar. Los de la Costa del Sol fueron un auténtico vendaval ofensivo. Y a eso hubo que sumar la indisposición de Sangalli, momento en que el Oviedo perdía a uno de sus pilares sobre el césped. El equipo aguantó la primera mitad, pero no pudo resistir en un segundo acto en el que el cuadro local se adelantó con un tanto de Antoñín y duplicó su ventaja gracias a un gol de Morales desde los once metros, del que luego hablaremos. Ibra acortó distancias, pero ya era tarde.
- Penalti y VAR. El penalti que le pitaron a Juanjo Nieto en La Rosaleda es, cuanto menos, discutible. Antoñín cayó, o mejor dicho, se dejó caer en un forcejeo con Juanjo Nieto. El lateral carbayón tocó balón, pero, inexplicablemente, el árbitro se dirigió al punto de penalti. Tocaba esperar. El Oviedo protestó, también el Málaga. La última palabra la tendría el VAR, y en ese momento llegó la mayor de las polémicas. Tras ver todas las repeticiones, el propio VAR no corrigió la decisión del colegiado, al ser una interpretación personal, pero tampoco le invitó a revisar lo que acaba de señalar. Morales anotaría esa pena máxima que, a la postre, permitía a los locales hacerse con el triunfo.
- Las consecuencias de la derrota. El Oviedo perdió en La Rosaleda. Una derrota que significó mucho más que caer en un partido. Al margen de lo que se debe corregir en el corto plazo, el preparador carbayón sabe que no podrá contar con Lolo González ni Mossa de cara al duelo ante el Almería del próximo viernes en el Carlos Tartiere. La posición que ocupa el primero podría ser cubierta por Edu Cortina o Jimmy. En el caso del lateral izquierdo, una de las opciones podría ser la de ubicar en esa posición a Christian Fernández y apostar por otro jugador como pareja de Carlos. Tampoco se descarta que uno de los laterales derechos pasen a la banda izquierda.