La contundente victoria frente al Zaragoza en El Molinón reconcilió al Sporting con su público. Un triunfo brillante a la par que contundente que confirma, cuando todo el mundo se esperaba lo peor y José Alberto López caminaba sobre el alambre, la reacción del equipo. Pero en el duelo frente a un Zaragoza al que se le da especialmente bien el estadio gijonés no todo fueron buenas noticias.
Corría el 58′ de partido cuando Babin se sentaba dentro de su área tras enviar un pase atrás hacia Mariño. Inmediatamente el francés, perfecto conocedor de su cuerpo como declaró en zona mixta tras el partido, pidió el cambio. Babin sabía que había sufrido un pinchazo y había roto. En ese momento, para no empeorar la lesión solicitó ser sustituido. El primer parte médico del club lo catalogó como una contractura muscular en el cuádriceps derecho. Una lesión que ya de por sí, con solo cinco días hasta el próximo encuentro, le descartaba de facto.
Pero el propio defensa galo se autodescartó con sus propias declaraciones para Cádiz, algo que el propio club confirmó este mismo lunes. Incluso dejó entrever una lesión más grave que una simple contractura. «Yo, a falta de pruebas, sé que he notado un pinchazo y serán dos o tres semanas de baja. Pero confío en mis compañeros, Carlos Cordero ha hecho un buen partido».
Duda para el derbi
Babin, como también informó el club, será sometido en las próximas horas a nuevas pruebas y un estudio radiológico para evaluar la lesión. Si se confirman los augurios del defensa el tiempo estimado de baja nunca sería inferior a dos semanas. Eso le haría ser baja segura también para recibir al Numancia. Pero, sobre todo, pondría también en duda su concurso en el derbi frente al Real Oviedo en el Carlos Tartiere el próximo 17 de noviembre.