No es algo nuevo que al cierre del mercado de verano en el Real Oviedo había trabajo pendiente. El poco margen salarial disponible, más otras restricciones por parte de la liga que provocaron la amarga queja de su secretario técnico Michu, impidieron el club reforzarse como consideraban que debían haber hecho. En ello también influyó la no salida de varios jugadores de lo que la entidad quería desprenderse. Casos claros como los de Diegui Johannesson o del autor del gol el otro día en La Rosaleda, Ibrahima Baldé.
Diegui, Ibra y Omar Ramos; objetivos prioritarios de salida
Estos dos jugadores siguen en la agenda de salidas del club. La participación de Diegui desde la llegada de Javi Rozada al banquillo ha ido cada vez a menos, algo que no hace más que aumentar sus posibilidades de salida. En el caso de Ibra apenas acumula un puñado de minutos en cuatro encuentros, aunque el pasado sábado vio puerta en La Rosaleda. Es el cuarto delantero de la plantilla, incluso por detrás del punta del filial, Samuel Obeng.
El último sería el de Omar Ramos. El tinerfeño solo ha jugado cuatro partidos, eso sí, tres como titular. Rozada cuenta antes con Sangalli, Berjón, Bárcenas e incluso con Borja Sánchez para su demarcación. Aunque su salida no es la mayor de las prioridades, sí que sería una probabilidad que permitiría liberar masa salarial. Todos ellos acaban contrato en junio, aunque la entidad pretende acortar su pertenencia a la entidad.
Central y mediocentro; objetivos prioritarios de llegada
Una vez se logren salidas, se podrían lograr cerrar fichajes. El club quiso en agosto cerrar un defensa más y un mediocentro. El que más cerca estuvo fue el colombiano Dani Torres, con un acuerdo incluso cerrado con el club carbayón, pero su inscripción no fue motivos por espacio de masa salarial. Si se lograse abrir espacio suficiente, el mediocentro podría llegar libre desde el Alavés.
El otro objetivo sería un defensa, preferentemente un central. Aunque tampoco se descarta un lateral zurdo, de forma que Christian Fernández pasase a ser únicamente central y que no ocurra como esta próxima jornada frente al Almería que tendrá que jugar en el lateral ante la sanción de Mossa. Otra opción que hay sobre la mesa es volver a promocionar a Ugarte desde el filial. El central vasco ya subió durante el verano, pero finalmente, ante la poca confianza de Sergio Egea en él, volvió al filial. Javi Rozada le conoce bien y si el mercado no ofrece nada convincente, el de X podría subir al primer equipo de forma definitiva.