Jugar en casa siempre supone una ventaja. El hábitat natural de un equipo siempre es su estadio y en el Mallorca se exprime a su máxima expresión. Esta vez Osasuna era el encargado de medir a los bermellones en Son Moix. Los de Pamplona querían hacer más sangre a los baleares tras la derrota ante el colista en la jornada anterior.
Las hostilidades empezaban por parte del Mallorca. Lago Junior, con ansia de protagonismo, cogía el timón de la nave bermellona para hacer daño a los navarros. Por su banda, llegarían las primeras incursiones, pero sin generar un excesivo peligro a la meta de Rubén. Tras la primera bala de fogueo, Dani Rodríguez, inteligente le robó un balón a Roberto Torres dentro del área y el canterano osasunista cometió penalti. Lago fue el encargado de materializar la pena máxima.
Con el gol, los de Vicente Moreno, empezaron a circular la pelota de manera rápida y precisa. Febas y Dani Rodríguez se movían muy bien entre líneas generando espacios, que Lago y Budimir aprovechaban. En un saque de esquina Valjent pudo poner el 2-0 en el marcador, pero el larguero lo evitó. Antes, el central eslovaco, sacó un balón de Brandon bajo la línea de gol. El de Calvià aprovechaba un error de Reina, pero el »24» del Mallorca estuvo rápido para arreglar el desaguisado de su portero.
Antes del descanso, Osasuna dio un paso adelante y empezó a incordiar a la defensa del Mallorca, pero sin poner en demasiados problemas a Reina.
En la reanudación ambos equipos mantenían la calma a la hora de engendrar sus ataques. El Osasuna cogía la iniciativa del juego, pero sin acabar de acercarse a la meta balear. Algún centro lateral de Estupiñán. Fue el Mallorca, en dos contras el que puso el peligro. Primero a Lago que se le hizo de noche y luego Budimir, que cruzó en demasía el balón. Otra vez el balcánico estuvo a punto de bañarse en miel con un disparo cruzado que detenía Rubén.
Tras las intentonas baleares, Brandon tuvo su ocasión particular a la salida de un córner. Acto seguido, Marc Cardona se inventaba una jugada maradoniana desde tres cuartos de campo, para terminar batiendo a Reina con un disparo cruzado.
El empate visitante, espoleó al Mallorca, que volvió a adelantarse desde el punto de penalti por mediación de Salva Sevilla. Acto seguido y sin tiempo para despistarse, Rubén García mandaba a la escuadra un centro medido de Estupiñán. El empate dejó en el suelo al Mallorca y al Osasuna con ganas de morder el marcador. Marc Cardona estuvo a punto de hacer el 2-3 con otra jugada individual, pero esta vez Reina detuvo al delantero visitante.
Una parte para cada uno que se resume en un empate en el luminoso que deja al Mallorca con un sabor amargo en las papilas gustativas. El Osasuna fue capaz de reponerse a dos goles en contra y hasta poder llevarse tres puntos de un estadio donde pocos equipos pueden puntuar.