Reparto de puntos en el Sánchez-Pizjuán
Un encuentro de máxima intensidad, que pudo terminar para cualquiera de los dos equipos, repartiría un punto para Atlético y Sevilla.
La rivalidad entre dos grandes del fútbol español se iba a vivir sobre el césped del Sánchez-Pizjuán. El conjunto de Lopetegui llegaba del empate sufrido en los últimos minutos frente al Valencia y quería resarcirse delante de su afición. Por su parte, al Atlético le dolió su empate en Mendizorroza y quería volver a la senda de la victoria.
Franco Vázquez golpea primero
El encuentro iba a empezar con los dos equipos buscando hacerse fuerte con el balón pero ninguno de ellos conseguía ponerse por encima del otro. Las ocasiones se estaban reservando y los guardametas parecían estar bastante tranquilos, con un cuarto de hora pasado no se había tirado una sola vez entre los tres palos y la afición esperaba más de los protagonistas.
El Sevilla parecía empezar a sentirse más cómodo sobre el césped. La circulación en el centro del campo estaba dando sus frutos y el equipo empezaba a llegar cada vez más al área de Oblak, aunque sin ocasiones claras todavía. La grada, mientras tanto, presionaba a los colchoneros y a González González en cada lance o disputa entre jugadores, algo que podía traer al final sus beneficios.
Todo estaba transcurriendo como quería Lopetegui y el gol que tanto esperaba el Sánchez-Pizjuán llegaría a balón parado. Una falta sobre Jesús Navas en la esquina del área iba a dar la oportunidad para que el argentino volviera a marcar para los suyos. Tras un gran centro de Banega, el mediocentro sevillista remataría sin oposición alguna y abriría el marcador, a pesar de que Oblak parecía poder llegar pero no evitar el tanto.
Unos cambios para reactivar al equipo
El tanto había reforzado aún más al conjunto andaluz, que parecía estar cada vez más cómodo sobre el césped. Por su parte, el Atlético seguía sin saber cómo crear ocasiones y, aunque Simeone intentaba reorganizar a los suyos desde la banda, el conjunto colchonero no se llegaba a encontrar.
El argentino introduciría dos cambios para la segunda mitad. Quería más carrera aún por su banda derecha, entrando Arias por Trippier, y más peso en la delantera, alineando a Diego Costa junto a Morata. Su juego parecía estar definido pero ahora solo faltaba ver si surtiría efecto frente a un Sevilla que estaba sabiendo cerrar bien sus líneas.
Todo parecía apuntar a que el encuentro estaba cambiando por completo y se empezaba a ver al conjunto rojiblanco más activo. Los centros empezaban a volar por el área de Vaclik y el Sevilla le estaba cediendo el control del esférico, un arma de doble filo que podía salir mal si se le permitía al Atlético seguir creciendo en su juego.
Un empate buscado
La intensidad era máxima y los contraataques empezaban a hacer mella en el Sevilla. Uno nuevo liderado por Thomas iba a terminar en un centro de Correa, donde se vería a un gran recién ingresado Diego Costa, quien marcaría para igualar el marcador. Lo que no se esperaba el equipo colchonero sería la revisión del VAR, el cual lo anularía por fuera de juego del jugador argentino.
No por ello el conjunto de Simeone iba a bajar los brazos. Había olido la sangre e iban a darlo todo, lo cual llevaría al empate real en pocos minutos. Una jugada por la banda iba a permitir entrar a Arias con todo por la banda, picando el esférico por encima de toda la defensa y Vaclik para encontrar a Morata, quien la empujaría con la cabeza para poner el 1-1 en el marcador.
Los cambios del técnico argentino habían resultado ser decisivos en la reacción del equipo y, a falta de media hora de partido, el encuentro se encontraba más abierto que nunca. El Sevilla, dolido por el tanto, empezaba a volcarse de nuevo arriba pero iba a tener que remar mucho para volver a la superioridad que había tenido en la primera mitad.
Título
El juego empezaba a abrirse cada vez más con idas y venidas que daban ocasiones a ambos conjuntos. Los locales estuvieron a punto de resolver el empate de Morata minutos después, pero el cabezazo de Luuk de Jong se marcharía por poco, sonando el ‘uy‘ en la grada y el suspiro en el banquillo sevillista.
Pero la sorpresa iba a saltar cuando, justo después de esta jugada, el VAR corregiría una decisión de González González, haciendo que éste tuviera que marcar el punto de penalti a favor de los colchoneros. Diego Costa se enfrentaba a Vaclik pero lo que no esperaba el delantero sería la parada del portero checo, quien había adivinado su tiro.
El encuentro empezaba a estar a máxima intensidad y las ocasiones empezaban a ser más claras de nuevo para los sevillistas. La ofensiva de Lopetegui trabajaba a toda máquina y el equipo se volcaba por completo sobre el área de Oblak, quien empezaba a tener más trabajo tras una segunda parte tranquila para él. La intensidad era tal que en una jugada caería lesionado Éver Banega.
Las ocasiones seguirían repitiéndose en el final del encuentro pero ningún equipo conseguía marcar el tanto de la victoria. Sería ahí donde pitaría González González para dejar a ambos equipos con el sabor agridulce del empate, en un partido que pudo ganar cualquiera de los dos y que no pudo decepcionar a ningún futbolero.
