El Numancia acudirá el sábado a Gijón con una ventaja de cuatro puntos sobre el Sporting y con la intención de elevarla a siete. Los gijoneses, llamados a pelear por todo este año no han comenzado nada bien. A pesar de contar con jugadores de un nivel altísimo para la categoría, como el internacional sub-21 Manu García, cuyo coste es casi el mismo de toda la plantilla soriana, la falta de contundencia en las áreas les está penalizando. Algo que se ve especialmente en la ofensiva, donde sus delanteros solo suman tres goles tras catorce jornadas.
Sea como sea, en el partido del sábado poco importará la clasificación. Se enfrentarán dos equipos que llegan, a pesar del resultado de los gijoneses en la última jornada frente al líder, en una dinámica buena de resultados. Los sorianos suman siete de los últimos nueve, por seis de los gijoneses. Pero el escenario del choque no es de buen recuerdo para el cuadro soriano. Y es que desde 2003, el Numancia no ha logrado la victoria en El Molinón.
Desde ‘el partido de la navaja’ el Numancia no vence en Gijón
La última victoria fue un 9 de febrero de 2003 por un gol a dos. Fagiani adelantó a los sorianos y David Villa empató, pero justo antes del descanso Aranda puso el 1-2 que ya no se movería. Aquel partido, en el que el Numancia acabaría con nueve, pasó a la historia por la navaja que el lateral argentino Fagiani le entregó al árbitro y que dijo fue lanzada desde las gradas. Concretamente, desde el fondo sur del estadio.
La versión del argentino prevaleció, a pesar de los testimonios de miembros del club y fotoperiodistas cerca de la acción. Mucho de éstos declararon que vieron a un miembro del banquillo numantino entregarle la navaja al argentino y que éste posteriormente se la entregó al árbitro. Un árbitro que era el hoy presidente del CTA, Carlos Velasco Carballo. Aquello supuso el único cierre que ha sufrido El Molinón en toda su historia. Un cierre, por un partido, que obligó a la disputa de un partido en el Reino de León, feudo de la Cultural Leonesa.
Aquel encuentro propició una mala relación entre los clubes que con los años se fue calmando. Pero inició una racha que prevalece y por la que los sorianos nunca han vuelto a ganar en El Molinón. En doce visitas, empataron en cuatro y cayeron derrotados en ocho. Ahora, casi 17 años después, el Numancia quiere volver a ganar en la capital de la Costa Verde.