Una faceta desconocida del Murcia abre el camino a la Copa del Rey

El Real Murcia recibió ayer por la noche a la Real Balompédica Linense. Se jugaban algo más que tres puntos, a diferencia del domingo pasado. Los de Adrián Hernández y los de Jordi Roger se volvían enfrentar en un partido decisivo, en apenas cuatro días. Si bien el domingo estuvo el Murcia más cerca al final del encuentro de obtener los tres puntos, el partido acabó con un 1-1 muy ajustado. Ayer se volvieron a enfrentar por la lucha de entrar a Copa del Rey. Ambos clubes se vería muy beneficiados por cierta suma económica que les daría el competir en casa contra un conjunto de superior categoría. Todo apuntaba a que sería una batalla interesante y muy disputada, como han estado siendo los partidos de cuartos de Copa Federación.

El Murcia comenzaría presionando y muy intenso. Tan intenso que, en la primera falta que tendrían a favor, el esférico le llegaría perfecto a Juanra y este tras un primer disparo en la pierna del portero, recibió el rechace y marcó, consiguiendo abrir el marcador a favor de los pimentoneros. Un sorprendente comienzo después de una imagen bastante pobre por parte del conjunto murcianista en las últimas jornadas. El Murcia, no contento con esto, seguiría presionando con la cabeza puesta en marcar el segundo, sin embargo ahora las ocasiones no llegarían con tanta facilidad. La Balona se rehizo de su error y poco a poco iría presionando más y más a los murcianos.

El partido se convirtió en un gran ejemplo de juego defensivo por parte de ambos conjuntos. El juego ofensivo grana se basaría ahora en poco más que intentos de desmarques y centros que acabaría blocando Nacho. Tanis apenas tendría que participar, solo teniendo que repeler un centro de puños en los primeros minutos, pero después lo único que recibiría serían pases para despejar jugadas de sus compañeros. El Murcia estaría durante la gran mayoría del partido un paso por delante del visitante blanquinegro. Esto no le impediría la Balona a crear varias ocasiones de peligro que podrían llegar incluso a provocar una parada milagrosa de Tanis con la pierna, quien volvió a actuar, está vez salvando a su equipo. Se le había aparecido el Santo al Murcia; y al Linense, una mala suerte increíble. Los pimentoneros eran conscientes del gran riesgo que estaba suponiendo que los de Jordi empataran antes del descanso. por ello se pusieron a alargar las jugadas lo máximo posible y centrarse en el pase y en el juego de toque, con el objetivo de rascar tantos minutos como fuera posible. La estrategia funcionó y con más o menos facilidad, el Murcia llegó al descanso arrastrándose ante un Linense con ganas de más.

La segunda parte comenzó como la primera con una con una jugada muy clara para el Murcia. Se sacó un gran desmarque por el lateral Álvaro Rodríguez y corrió como una exhalación hacia el área, dónde le esperaba Andy, con quién hizo una pared y concluiría la jugada con un tiro al palo que defendía Nacho y quién bien lo paró. Volvían a temblar los cimientos de la posible entrada en copa para el Linense. A los pocos minutos volvería el conjunto murciano a tener otra ocasión muy clara, con varios toques de cabeza, pero en última instancia remataría Chumbi, sacando un cabezazo que se iría por encima de la portería visitante. sin embargo, con el paso de los minutos el conjunto de La Línea mostrándose más y más fuerte en el juego ofensivo. Llegando a tener inclusive dos tiros a puerta que sin embargo tales conseguiría parar y blocar Tanis exitosamente.

No había un momento de calma en el campo murciano y los pimentoneros se veían incapaces de liderar el juego, con un Linense muy activo que les superaría en juego. Entre pérdidas de balón en el centro del campo e ideas y venidas fallidas de ambos conjuntos, el partido se empezaría a dormir un poco. Pero nada más lejos de que la Balona dejara de obtener ocasiones. De hecho, comenzaría a comerse al local murciano en ataque, destacando Manu Molina y Antonio Jesús, dos jugadores de refresco que estaban convirtiéndose en la pesadilla de los centrales granas. Acercándose el minuto 60, la Balona se acostumbraría a sacar córners, con más o menos éxito cada uno, sin embargo, en uno sacarían un gran botín: en uno de estos saques de esquina, Armando levantaría un poco la pierna de más para evitar que Abdoul rematara cerca de la portería, provocando que el árbitro pitara penalti por juego peligroso. Muchos lo considerarían una jugada extraña en la que pitar penalti, pero el árbitro es el soberano del campo y lo decidió así. Se volvía loca la grada preferente de Nueva Condomina: no daban crédito a lo que veían y se comían al árbitro. Tomás se encargaría de ejecutar la pena máxima. Tanis, a pesar de adivinar el lado al que iba el disparo no pudo hacer nada más que mirar como la pelota entraba y el Linense empataba.  La había clavado el mediapunta blanquinegro y acercaban al conjunto blanquinegro una vez más a la Copa del Rey y a las semifinales de Copa Federación.

Pero lejos de lamentarse, los de Adrián, aupados por su afición, fueron con todo a darle la vuelta al partido. Andy Escudero, que estaría muy acertado durante todo el encuentro, mandaría un centro muy bien apuntado hacia la cabeza de Chumbi, quién lanzaría un cabezazo de muerte en el área linense. Poco pudo hacer Nacho, que casi estuvo a punto de detenerla pero el balón de Chumbi era imparable y entro a pesar de la buena estirada del cancerbero. Daban los de Adrián un gran paso hacia la Copa del Rey, desatando la locura en Murcia. Apenas habían pasado 3 minutos y el conjunto grana se volvía a poner por delante en el marcador. Parte del peso del partido lo llevaba la afición de Nueva Condomina, que hacían del campo una estufa que no paraba de calentar el partido, imagen poco vista en el Murcia actual.

A pesar de las sensaciones no estaba tan lejos de poder ganar el partido. Sacó Jordi su última baza, Musa, quien en una galopada casi se lleva a medio equipo murciano. La estrategia del entrenador visitante se basaría en fabricar centros altos al área como si no hubiera un mañana, estrategia que no salió tan mal, pues algunos centros se envenenaban mucho. Por otro lado, el Murcia se centró en aguantar el resultado, y pondría defensa de 5. A pesar de la lluvia de centros, tanto la defensa grana como el portero mostraron ser perfectamente capaces de aguantar el chaparrón. Blocó Tanis todo aquello que se acercaba a las inmediaciones de su portería, sin dudar en ningún momento y mostrando una seguridad desconocida en él. Se acercaba el minuto 80 y el Murcia seguía ganando minutos, manteniendo cierto juego ofensivo. Pero lo más destacable sobre todo de ayer fue el juego defensivo de ambos conjuntos. Faceta en la que el Murcia suele pecar, pero hoy mostraban una cara muy distinta a las últimas jornadas. A punto de llegar el descuento y el equipo murciano seguía matando el partido.

A pesar de los intentos de los visitantes blanquinegros de conseguir un fútbol fluido en Murcia tenía otros planes; especialmente el de clasificarse para la Copa del Rey. 5 minutos de descuento y muchas uñas comidas en el estadio grana. Los murcianos se tiraban de los pelos, deseando poder clasificarse de forma definitiva. A pesar de lo interminable que se hizo el descuento, el árbitro pito el final del partido y el Murcia estaba con todas las de la ley clasificados para la Copa del Rey y semifinales de Copa Federación.

Los murcianos merecían una alegría desde hacía tiempo y hoy, tras tener muchos años de derrotas y mala imagen de su equipo, en diciembre volverían a jugar una competición nacional. Por otro lado, el Linense, apresar de dar el 200 por ciento en el verde e incluso crear más jugadas que los granas, se quedaron con las ganas de llegar a Copa, unido al pase para semifinales de Copa Federación. Donde a los murcianos le espera un gran equipo como el Castellón, que está en puestos de playoff en su grupo, y que sin duda alguna, le pondrá las cosas muy difíciles a este Murcia. El conjunto pimentonero espera a su rival de Copa del Rey, que será anunciado en noviembre, mes en el que se hará el sorteo de cruces y el equipo grana podrá disfrutar de un partido único en casa contra un equipo de superior división.