Como el blanco al negro, es fácil comparar el rendimiento del Mallorca en casa y fuera a las gamas cromáticas. En Son Moix, los de Vicente Moreno despliegan un fútbol fresco, vistoso, rápido y serio en defensa. Cuando se va de visita, lejos de su zona de confort, el Mallorca se convierte en un equipo endeble, sin ideas en ataque e incapaz de reaccionar a cualquier complicación.
Jugar en casa, normalmente es una situación más cómoda para manejar. En los bermellones, se lleva esta teoría al máximo exponente. Se radicaliza. Esta temporada, los isleños han conseguido 14 puntos, todos en casa. De visitante, han sacado la friolera de 0 puntos y solo han sido capaces de perforar la portería rival en dos ocasiones y en el mismo partido.
La dificultad de puntuar fuera se puede achacar a la nueva categoría, la exigencia de los partidos lejos de Son Moix, pero echando la vista hacia atrás, el Mallorca lleva dos años teniendo trabas para conseguir buenos resultados de foráneo. El año pasado, los bermellones subieron a Primera sacando 20 puntos fuera de casa. Cuatro victorias le fueron suficientes al equipo balear para clasificarse al playoff y ahí, agarrarse al fortín de Son Moix.
Y es que, Son Moix se ha convertido en la clave del conjunto dirigido por Moreno. 15 victorias en 21 partidos en Segunda, más las dos victorias contundentes en el playoff dieron al Mallorca el billete de vuelta a La Liga Santander. Esta temporada, ya en la élite, el guión sigue siendo el mismo. El efecto Son Moix vuelve a estar patente en el escenario. Desde el seno mallorquinista, se agarran a la fortaleza del equipo en su estadio para conseguir una permanencia que se antoja complicada.
Tras la victoria ante el Villarreal, un equipo que opta a Europa, la sensación del equipo es que a la mínima que consiga sacar resultados fuera, se irá hacia arriba.
Con el parón entre medias, el Mallorca se ha consolidado fuera de la zona de descenso sin puntuar fuera. El próximo reto es el Ciutat de Valencia, ante el Levante donde solo ha ganado el Espanyol. Es un partido complicado de por sí, pero estando el Mallorca fuera de casa, se dificulta aún más.