Un derbi siempre será un derbi y la emoción a flor de piel estará presente en ambas hinchadas. La del Real Oviedo lo vivirá en su campo; la del Real Sporting lo hará desde Gijón, de donde despedirá a su equipo por la mañana y le animará desde la distancia. Pero aunque ningún aficionado de ambos equipos lo querrá nunca reconocer, el derbi asturiano, según pasan las horas, se va quedando más descafeinado.
A la clasificación de ambos en la tabla, será el peor derbi clasificatoriamente de ambos desde el 8 de diciembre de 2002, se une que ambos conjuntos tendrán una baja capital en sus esquemas. En el Sporting era conocida la de Manu García desde la pasada semana. El ovetense está con la selección sub-21 española, con quien el pasado jueves jugó y brilló. Por ese motivo, dado que estaba apercibido, forzó su quinta amarilla. Pero este viernes en el Real Oviedo se confirmó la ausencia de su capitán, Saúl Berjón. El extremo puso todo de su parte para volver, pero las experiencias pasadas (el derbi de la pasada temporada) sugieren no correr riesgos para exponerse a una lesión mucho mayor.
No obstante no todo son malas noticias en el plano físico. El Sporting recuperará a un hombre clave para su defensa como es Babin. Mientras que Javi Rozada podrá contar nuevamente con Joselu, ya recuperado. El onubense parece iniciará desde el banquillo, aunque su titularidad jugando caído a banda, más tras la baja de Berjón, tampoco está descartada.
Sin ‘guerra’ de hinchadas y pendientes de la meteorología
A las ausencias en el ‘verde’ se unen las circunstancias fuera de él. Las malas relaciones y la falta de acuerdo ha acabado propiciado que la afición rojiblanca no se desplace, al menos de forma oficial, porque como ocurrió otras ocasiones, algún representante rojiblanco en las gradas habrá, al Carlos Tartiere. Será la afición azul la que juegue más que nunca en casa. Aunque desde el vestuario rojiblanco se ha querido transmitir una imagen de seguridad y confianza de que el ambiente no pasará ni la más mínima factura.
Por último la meteorología también preocupa. La borrasca Cecilia está azotando con copiosas lluvias el Principado y es bien conocido que cuando llueve intensamente el césped del Carlos Tartiere sufre en exceso. La adquisición de lámparas de calor LED de última generación para lograr un mejor estado del césped pueden contribuir a una mejora. Pero si las lluvias no cesan, el césped estará muy lejos de un nivel óptimo. Y de no estarlo será un motivo más que este derbi asturiano siga perdiendo atractivo.