Alerta naranja en Vallecas. En el Rayo Vallecano bajas muy turbias las aguas tras la nueva decepción del pasado fin de semana. Tras casi toda una vuelta con la afición de uñas por su huelga de animación, que fue rota tras un comunicado de la plantilla pidiéndolo, éstos no hicieron su parte. Y es que el Rayo Vallecano está sumido en la peor crisis deportiva de esta campaña.
No vence desde que lo hiciese el 16 de octubre en el Francisco de la Hera por 0-3. Desde entonces cinco encuentros sin ganar con dos empates (Cádiz en casa y Numancia fuera) y tres derrotas (Ponferradina y Zaragoza en casa; y Lugo fuera). Un bagaje de dos puntos de quince posibles que ha llevado al Rayo a estar decimocuarto y a cinco puntos del play-off.
Ante esta situación en el Rayo la pérdida de confianza en Paco Jémez es palpable. La derrota frente al Zaragoza parece haberla dejado bajo mínimos y solo con Cobeño como su defensor. Por ahora no se ha abordado su continuidad o no. Pero eso todo apunta a que ocurrirá si el equipo no reacciona el próximo domingo en el Carlos Tartiere. Un encuentro que tendrá su cierto morbo tras la negativa del cuadro franjirrojo a dejar salir a Rubén Reyes rumbo a Oviedo para encargarse de la parcela deportiva.
Pero en lo que es estrictamente deportivo, el cuadro vallecano visitará al penúltimo de la tabla de LaLiga SmartBank. Un Real Oviedo sumido en una crisis de resultados y de juego aún peor que los de la franja. Por eso un nuevo tropiezo que aleje más a los rayistas y les acerque a la zona baja podría ser el último con Paco Jémez al frente del equipo.