El Sevilla no pudo con Juan Pérez
Una batalla entre Osasuna y Sevilla termina con tablas en el marcador y mucha polémica para toda la semana.
La visita del Sevilla al Osasuna cerraba la décimo sexta jornada de LaLiga Santander. El Sadar iba a tener sobre su césped un encuentro de máxima rivalidad entre dos equipos con objetivos muy distintos. Por su parte, los rojillos sueñan con alcanzar la zona europea mientras están tranquilos en mitad de tabla fuera de peligro. Los sevillistas, por el contrario, quieren seguir poniendo a prueba al Real Madrid y Barcelona, por lo que la victoria les podía permitir seguir la estela de estos dos equipos.
Una presión que sabe superar Munir
El inicio del encuentro sería un claro dominio por parte de los rojillos. El Chimy Ávila salía con el mismo hambre de siempre y la defensa sevillista iba a tener que buscar cómo pararlo, ya que en cinco minutos avisaba robando un balón muy peligroso atrás y daba al larguero tras un saque de esquina. El Sevilla parecía otro por la presión del Osasuna y Lopetegui intentaba reorganizar a los suyos desde la banda.
Los rojillos estaban incomodando demasiado a los andaluces pero lo que no esperaban era lo poco que necesita el Sevilla para generar peligro. Banega ponía un balón a la espalda de la defensa del Osasuna y Munir encaraba a Juan Pérez, pero el extremo hispalense tendría que frenarse ante la llegada de Estupiñán. Lo que no esperaba nadie sería el zurdazo que sacaría el hispano-marroquí para adelantar a los suyos.
El juego se iba calentando cada vez más y Estrada Fernández tenía que intentar imponerse lo antes posible si no quería tener problemas en lo que quedaba de partido. La intensidad del Osasuna seguía fresca y las faltas sobre los jugadores sevillistas eran constantes para frenar sus salidas de balón, algo que estaba sacando de quicio a algún que otro jugador de Lopetegui.
El Osasuna no se rinde
El susto del partido llegaría en un ataque del Osasuna. Un balón colgado al área chica, llevaría a un choque entre Koundé, Diego Carlos y Marc Cardona, siendo este último quien se llevaría la peor parte. El delantero del rojillo caía literalmente inconsciente tras un golpe de cabezas entre los tres jugadores, haciendo saltar las alarmas en El Sadar. Por suerte, el jugador se recuperaría, aunque sería sustituido por Adrián mientras era retirado por la asistencia médica en camilla.
El Sevilla parecía controlar el partido finalmente pero el Chimy Ávila tiene eso que necesita todo equipo cuando no se genera peligro, que lo genera él solo. El delantero argentino iba a mandar a los dos equipos al descanso con un empate gracias a un gran disparo que le sería imposible para Vaclik detenerlo, algo que pillaría por sorpresa a toda la defensa sevillista.
La vuelta al terreno de juego tras el paso por vestuarios demostraría que los visitantes volvían a no estar a gusto sobre el césped. Los rojillos salían con todo y Rubén García a punto estuvo de adelantar a los suyos con un tiro desde la frontal en una falta aprovechando que se abría la barrera, aunque se le marcharía por muy poco. Sería él quien tendría precisamente la siguiente más clara, pero el palo evitaría un gol que se le empezaba a hacer cada vez más complicado.
Cuando más fuerte estaba el Osasuna…
El encuentro seguía siendo detenido constantemente por faltas de ambos bandos y la tensión iba en aumento, tal y como se vería en la imagen que dejaban ambos técnicos en la banda. De todas formas, el Sevilla estaba llegando poco, pero cada vez que llegaba era con mucho peligro. El único problema era que Chicharito no estaba aprovechando sus ocasiones y todo lo que estaba sufriendo su equipo atrás no se veía compensando.
Por suerte para el equipo de Lopetegui, Oier se la iba a jugar en una jugada que podía ser interpretable pero tocaría por detrás a Óliver Torres teniendo amarilla, y vería como Estrada Fernández no dudaría a la hora de enseñarle la segunda tarjeta. De repente, cuando más presionados se veían, los sevillistas estaban con un jugador más y sería la ocasión para ir arriba con su potencial ofensivo.
La polémica ya estaba servida pero aumentaría con un penalti que pitaría el colegiado. Chicharito llegaba hasta Juan Pérez, quien conseguía sacarle el balón limpiamente, lo cual lo vería Estrada Fernández tras una llamada del VAR. La frustración de toda la grada y de la plantilla rojilla era máxima, lo cual no aportaba nada positivo a un más que tenso encuentro.
Un asalto sin recompensa
Los minutos finales se avecinan tanto tensos como interesantes. El Osasuna se replegaba ante la avalancha sevillista pero estos no estaban sabiendo aprovechar sus ocasiones. El equipo de Lopetegui parecía quedarse sin ideas, pese a tener a un gran Banega que encontraba siempre a alguien, pero nadie ejecutaba sus pases como ya había hecho al principio Munir.
El técnico de los andaluces iba a usar su última bala dándole entrada a Dabbur. Quien no había tenido ninguna opción en liga con Lopetegui, parecía que era su último recurso para salvarle la papeleta frente al Osasuna. De todas formas, Juan Pérez estaba parando a todo un Sevilla y seguía deteniendo cualquier disparo que llegaba entre los tres palos, levantando constantemente los aplausos de una grada que sufría en aquellos últimos minutos.
El israelí podía haberse puesto el traje de héroe si no hubiese sido por el palo. En una gran jugada con Chicharito, Dabbur sería el único que conseguiría superar a Juan Pérez con un balón por debajo de sus piernas, pero el palo escupiría el tiro del ariete sevillista. Esta jugada el claro ejemplo de lo que estaba sufriendo el Sevilla para poder ganar y nada parecía hacer creer que conseguirían llevarse los tres puntos.
Estrada Fernández daba cuatro minutos de añadido pero las batallas que se daban sobre el césped parecían llevar a unas tablas irremediables. Y aunque el Sevilla tendría sus últimas opciones, el marcador quedaría en un irremediable 1-1 que repartía un punto para cada equipo en un encuentro que fue más una guerra que un partido de fútbol.