Valencia y Real Madrid se miden en la noche del domingo en Mestalla en una de sus mejores dinámicas de la temporada, lo que les permite marcarse objetivos ambiciosos, ya que los locales buscan acceder a la «zona Champions» y los madridistas aspiran a reforzar su buena situación ante el clásico del miércoles con el Barcelona.
Mientras el Valencia ha conseguido ofrecer una buena imagen en sus tres últimos encuentros, el Real Madrid, al margen de su victoria del martes en Brujas, llega con las buenas sensaciones del pleno de cuatro victorias seguidas en Liga.
El conjunto de Albert Celades encara el duelo tras haber certificado con una brillante victoria en el campo del Ajax de Amsterdam su clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones, una ronda en la que no estaba desde hace siete años.
Ese refuerzo moral se une a la mejoría que ha mostrado el equipo en las últimas semanas y que en LaLiga se ha concretado en dos victorias seguidas, la primera en Mestalla en el duelo autonómico contra el Villarreal y la segunda en el Ciutat de València en el derbi contra el Levante con remontada incluida.
En estas semanas el equipo valencianista ha recuperado algunos efectivos lesionados (Kondogbia y Rubén Sobrino), pero otros jugadores han entrado en una enfermería que sigue concurrida. Los problemas se centran ahora principalmente en la punta de ataque.
Las lesiones musculares de Maxi Gómez y Kevin Gameiro dejan a Celades sin ninguno de sus delanteros centro de referencia, lo que en principio le llevará a adelantara a esa posición a Rodrigo Moreno, que suele actuar de segunda punta. Su lugar como enganche lo podría ocupar Manu Vallejo.
El Real Madrid encara lanzado una semana clave para cerrar con buen sabor de boca un mal 2019. Con su mejor racha sin perder desde hace años y un equipo que ha crecido según ha avanzado el curso, afronta dos salidas complicadas a Mestalla y el Camp Nou antes de recibir al Athletic Club en el Santiago Bernabéu.
Sin pensar más allá que en su próximo partido, Zidane afronta la primera gran cita con su equipo titular fresco, gracias a las rotaciones realizadas en la Liga de Campeones, pero alguna decisión importante que tomar.
La primera radica en el lateral izquierdo, huérfano de sus dos ocupantes habituales por la lesión de Marcelo y la sanción de Ferland Mendy, expulsado con el partido sentenciado ante el Espanyol en la última jornada liguera. La inactividad de Nacho Fernández, que solo jugó tres partidos este curso y no lo hace desde que cayese lesionado el 1 de octubre, convierte en favorito a Militao, que recordaría una etapa pasada en el Oporto como lateral.
Una clave es en el mediocentro, donde reside el jugador que más titularidades disfruta, el brasileño Casemiro y la amenaza de perderse el clásico si recibe una amonestación. Está apercibido de sanción y aunque en Mestalla nunca recibió tarjeta en sus visitas, el riesgo es grande. Si descansa entrará Luka Modric junto a Toni Kroos y Fede Valverde.
Con las bajas de Eden Hazard, Marco Asensio y Lucas Vázquez, todo apunta a que en ataque, junto al referente goleador Karim Benzema, regresará Gareth Bale. Con la firme opción de que Zidane recupere sistema con cuatro centrocampistas, con la entrada de Isco. Si mantiene un tridente entre los brasileños Rodrygo y Vinicius saldrá el elegido.