Fin de semana agridulce en el fútbol asturiano. El Sporting logró un importante triunfo en Lugo que le permite escalar en la tabla y dejar a seis puntos la zona de descenso. Los de Jose Alberto doblegaron a domicilio al Lugo gracias al buen hacer del equipo y a un doblete de un sensacional Durdevic. Los tantos del atacante rojiblanco valen su peso en oro para un equipo que necesitaba una victoria de este tipo. Quien sufre algo más es el Oviedo. Los de Javi Rozada cayeron frente al Cádiz en el Tartiere en un encuentro muy marcado por una polémica decisión arbitral. El colegiado perdonó la expulsión a Fali tras una agresión sobre Christian Fernández. Muchos todavía se preguntan por qué el VAR no entró en esa acción. Lo que está claro es que se trata de una situación que marca el encuentro.
Djuka aúpa al Sporting
- Superior en una buena primera parte: El Sporting salió bien al partido en el primer tiempo. Se hizo con el control de los tiempos del encuentro y tuvo mucho más control que un Lugo especulativo desde el minuto uno con el único plan de buscar el error. El cuadro gijonés demostró saber a que quiere jugar un Eloy Jiménez. El planteamiento rácano y con constante juego en largo para segundas acciones y la búsqueda del balón parado. Algo que en Segunda ‘B’ funciona mucho y bien, pero en el fútbol profesional hace falta más. En definitiva, algo que tuvo bien estudiado el Sporting y no cometió apenas errores. Pero apenas no es ninguno y un mal cruce de Damián Pérez no lo aprovechó Iriome para fortuna rojiblanca.
- Una ‘pájara’ que casi sale muy cara: Gracias a esa superioridad y en una jugada embarullada, Djuka logró el 1-0 (golazo, por cierto) que daba una merecida ventaja a los gijoneses al descanso. Pero tras el descanso el Sporting salió muy mal al partido. El Lugo dio un paso adelante, metiéndole dos marchas más a su juego y pasando a dominar e incluso por momentos someter a los de José Alberto. Así llegó un merecido gol del empate que premiaba el ímpetu lucense y la pésima salida al campo asturiana. Por fortuna de haber logrado ganar, pocos se acordarán de que esos veinte minutos, fueron de los peores de toda la temporada.
- Mejor con cuatro atrás que con tres: Dos aspectos volvieron a cambiar el partido tras el 1-1. El primero la conformidad del Lugo y la vuelta a la racanería más absoluta. Eloy Jiménez volvió a su plan original, que no le había funcionado y siguió sin funcionar. No aprovechó para matar al Sporting cuando peor estaba y éste se rehízo. Con un cambio de esquema, pasando del 3-4-1-2 al 4-2-3-1, y la salida al campo de Nacho Méndez, volvieron a hacerse dueños, pero les costaba crear ocasiones. Además el cansancio empezaba a hacer mella, pues aunque apenas llovió durante el partido, el césped estaba pesado.
- Djuka, ángel salvador: Todo parecía abocado al empate cuando Damián Pérez tiró de casta para interceptar un pase al que pocos jugadores -con tarjeta amarilla además- hubiesen ido en el 86′ de partido. Lo interceptó y en el intento de control recibió una fuerte entrada en el que el balón salió rebotado justo al área, donde Djuka controló, quebró a su par, se colocó y puso el balón en el palo largo lejos del alcance de Ander Cantero. Éxtasis sportinguista en el Anxo Carro con un gol de la victoria en el 87′ y con Djuka, que con un doblete y su tercer gol en dos partidos, permite al Sporting sumar tres puntos importantísimos.
El Cádiz frena al Oviedo
- El Oviedo cayó en la trampa. Todo el mundo sabe, o mejor dicho, parece saber, a qué juega el Cádiz. Eso sí, nadie, o casi nadie, ha logrado sobreponerse al armadijo que montan los amarillos sobre el verde. Hoy volvió a ser un buen ejemplo de lo que es el líder de la categoría de plata. Un equipo serio, ordenado, que defiende muy cerca de su área y que aprovecha el más mínimo espacio para hacer daño. Y el Oviedo arrancó bien. Los azules tenían el balón, pero el dominio no se concretaba en ocasiones. Los gaditanos, en la primera acción que pudieron salir, encontraron la luz. Se juntaron los buenos, y uno de ellos, Alex Fernández, iba a poner el primero. Ya en la segunda mitad, los de Cervera fueron mejores y sentenciaron el encuentro con un tanto de Querol.
- Cuesta ante equipos cerrados. El encuentro que Cervera planteó en el Tartiere no sorprendió a nadie. Todos parecían tener claro que un error supondría una penalización máxima. Y así fue. El Oviedo erró dos veces; el Cádiz ninguna. Los amarillos supieron cerrar todos los espacios posibles en los metros decisivos, y el cuadro asturiano se quedó sin ideas. No se generaron líneas de pase, los ataques apenas ponían en aprietos a la zaga visitante y el desequilibrio de Borja no venía acompañado del movimiento de algún compañero que facilitase el llegar a puerta. De hecho, los azules solo dispararon una vez entre palos.
- Arbitraje lamentable. La acción de Christian Fernández es, tal y como señaló Rozada, una de las mayores vergüenzas que se han visto en el fútbol. Una agresión que dejó al zaguero azul sangrando y en la que el colegiado no quiso entrar. Ni él ni el VAR. Con eso de la intencionalidad parecen tener a la respuesta a una acción que marca por completo el rumbo del partido. Nadie sabe cómo hubiese acabado, es cierto, pero el jugar con diez más de medio encuentro habría cambiado las cosas. Seguramente, si los papeles cambian, el colegiado no duda.
- Fuera del descenso. Pese a la derrota, el Real Oviedo pasará la semana fuera de los puestos de descenso. En concreto, dos puntos por encima y con la visita a El Sardinero en el horizonte. Los carbayones se enfrentarán la semana al Racing, rival directo en la lucha por la salvación. El cuadro de Javi Rozada se encuentra ante una semana con mucha carga de trabajo. Primero en Copa, frente al Badalona, y el sábado en Santander. El duelo liguero, trascendental antes del parón, para poder pasar las Navidades de forma calmada.