2019: El año que se alcanzó la gloria

El año del Centenario, el Valencia ha logrado un título 11 años después, culminando una remontada histórica en liga y afrontando otro año más la Liga de Campeones, donde ya está en Octavos

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El 25 de mayo de 2019 será recordado por todos los aficionados valencianistas. Un nuevo título se depositó sobre las vitrinas de Mestalla tras 11 sufridos y largos años de sequía. Altos y bajos del club, momentos deportivos buenos y tiempos en los que se rozaba el descenso. Sin embargo, el murciélago siempre ha sabido levantarse y este año ha tocado el cielo de nuevo. Un año muy positivo para el valencianismo.

Inicio de año

El Valencia perdió 2-1 frente al Sporting en Octavos de Copa

El año no se veía con buen futuro. Marcelino continuaba al mando de las operaciones del equipo por un gol de Piccini frente al Huesca y gracias a que Mateu Alemany había dado la cara por él frente a la propiedad en el momento más crítico de la temporada.

El Valencia se presentaba 12º en la tabla de la clasificación, con 22 puntos y tras haber ganado 4 partidos de 18 en Liga. Se encontraba a 9 puntos de la Champions (Alavés) y a 11 del Sevilla (3º y principal competidor). Además, en Liga de Campeones, el Valencia había caído a la Europa League, clasificado 3º de grupo tras Juventus y Manchester United. Y por si el calendario no iba a estar suficientemente apretado, comenzaba la andadura en Copa del Rey, tras haber eliminado al Ebro con una imagen nefasta.

Además, se perdió la ida de los Octavos frente al Sporting de Gijón en El Molinón. El club estaba en un túnel oscuro con destino al fracaso y no parecía haber una vía alternativa de escape. Sin embargo, los jugadores estaban con Marcelino, lo que facilitaba el trabajo y daba esperanzas a los aficionados.

Celebración Centenario

Partido de leyendas para culminar una semana histórica

Poco a poco, los resultados empezaron a mejorar. El equipo estaba clasificado para la final de la Copa del Rey e iba avanzando rondas en la Europa League, a la vez que escalaba posiciones en liga. El ambiente y la comunión equipo-grada llegaba en un momento inmejorable, con todo el valencianismo remando en una misma dirección. Y cuando eso ocurre, es muy difícil parar al Valencia. Asimismo y para seguir con la marcha triunfal, llegaba un hito histórico: la celebración del Centenario. Tras la marcha del valencianismo por las calles de la ciudad, llegaba a Mestalla el partido de la leyendas, culmen del Centenario. Un Mestalla abarrotado por la afición recibía por décadas a aquellos que levantaron los primeros títulos e iniciaron la grandeza del club valenciano.

Recuerdos imborrables para aquellos que pusieron las primeras piedras del valencianismo

Salían a la lona de Mestalla aquellos jugadores que llevaron el escudo al cielo y los que lo sacaron de los más profundo del infierno. Los que iniciaron una época dorada a principios de siglo y los que culminaron una década de ensueño. Atronadoras fueron las ovaciones que se llevaron todos y cada uno de los presentes mientras salían al terreno de juego (Cañizares, Kempes, Claudio López…). Memorias y recuerdos imborrables para los que de verdad llevan sangre blanquinegra corriendo por sus venas. Tal y como manda la tradición valenciana, la fiesta puso el punto y final con una traca en el centro del campo mientras sonaba de fondo el himno regional de Valencia.

El broche de oro a 100 años de historia

Tras eliminar al Getafe de una manera épica (y con aquel famoso «Tocó en Hugo Duro») en Cuartos de final, llegaban las semifinales, y los de Marcelino visitaban el futuro lugar del crímen: el Benito Villamarín. Sin saber lo que ocurriría en menos de 3 meses, el Valencia logró un valioso empate a 2, que lo dejaba todo abierto para la vuelta en Mestalla y con una ligera ventaja para los valencianistas. Era el momento y el escenario idóneo para meterse en una final y no se podía dejar pasar. Un Mestalla ensordecedor llevó en volandas al equipo que, con un gol de Rodrigo, sacó el billete para Sevilla con la ilusión de derrotar al FC Barcelona de Leo Messi.

«Tornarem a Sevilla» (Volveremos a Sevilla) rezaba la pancarta en la previa del partido frente al Betis

Lo que pasó en el Benito Villamarín no hace falta recordárselo a la gente. El Valencia, con goles de Gameiro y Rodrigo, alzó el título que lo denominaba como CAMPEÓN de Copa. 11 años después, el Valencia volvía a tocar metal, acabando con la hegemonía que había demostrado el Barcelona en la competición copera. 11 años que se hicieron muy largos, en los que se habían vivido momentos malos, de llantos, lamentos y hasta indiferencia, que es lo peor. Después de tanto tiempo, la afición más joven del Valencia podía volver a mirar cara a cara a las aficiones de Barcelona, Real Madrid, Atlético y Sevilla. Ahora ellos también habían visto a su equipo alzar un título. Y nada más y nada menos que al Barcelona de Leo Messi, algo que muchos no pueden decir.

Gameiro y Rodrigo lograron dar la victoria al Valencia
Celebración por todo lo alto en Mestalla

 

Sale Marcelino y Mateu, entra Celades

Cuando parecía que todo iba mejor que nunca, con el equipo clasificado para Champions y con un título logrado hacía escasos dos meses, todo saltó por los aires. Peter Lim, personificado en Anil Murthy en Valencia volvía a hacer de las suyas. Por discrepancias en el apartado deportivo, según ellos, Marcelino García Toral y Mateu Alemany fueron echados del Valencia. Primero se desvinculó el míster asturiano y, meses más tarde, el gestor mallorquín dimitió. Todo volvía a empezar, la afición se volvió contra Meriton, mientras que los jugadores observaban atónitos todo el percal que se había montado sin motivo aparente. Aquellos que habían llevado al Valencia a tocar la gloria, fuera del club en pocos meses.

Tras este escándalo mediático, el equipo necesitaba un nuevo míster, y aquí apareció Albert Celades. «¿Qué ha hecho Celades para entrenar al Valencia?», «Ya han puesto una marioneta en el banquillo», «No tiene carisma, el vestuario no le va a hacer caso», decían los aficionados al conocer la llegada del preparador catalán. Y en parte, tenían razón, Celades no había hecho méritos para entrenar a un equipo como el Valencia. Sin embargo, cayó de pie en el vestuario, y en silencio, trabajando duro, sin levantar la voz y con una gran lectura de juego, ha callado las bocas de los aficionados.

Celades ha conseguido mantener al equipo en la pomada por los puestos de Champions League y, por primera vez desde 2011 ha clasificado al Valencia para los octavos de final de la Champions League, sacando triunfos en campos como Stamford Bridge o el Johan Cruyff Arena. Próximo rival: el Atalanta en Octavos. Además, ha tenido que convivir con un equipo plagado de bajas, llegando a acumular 9 lesiones a la vez. Afortunadamente, un gran acierto por parte de Meriton.

Queda por ver como se desarrolla el 2020, pero el balance del 2019 ha sido excelente. El equipo continua midiéndose a los mejores equipos del mundo y, además, ha incrementado a 8 el número de títulos de Copa del Rey. Veremos qué depara el 2020 para el club ché, pero va a ser casi imposible superar lo vivido en 2019, tanto deportivamente como extradeportivamente.

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