Un ascenso meteórico al son del ‘Fajardismo’ y un 2020 ilusionante
Un año, el 2019, en el que el Algeciras regresó a Segunda 'B' tras tres temporadas consecutivas en Tercera
23 de diciembre de 2018. El Algeciras CF se chocaba con una UD Los Barrios que con el césped embarrado se ayudaba de las frustraciones de los de Mané (entrenador interino) en ataque para en dos contras letales acabar con los rojiblancos. Grupo X de Tercera División.
22 de diciembre de 2019. El Algeciras CF saca un muy buen punto trabajado en el Nuevo Mirador ante todo un Recreativo de Huelva, en una categoría superior. Solo 364 días de diferencia y una categoría superior. Veamos entonces qué especie de milagro ha pasado.
Ante seguidores y detractores, lo que está claro y es un hecho notorio es que para bien y para mal, el cambio tiene nombre y apellidos. Emilio Fajardo Maldonado (Benidorm, 22 de noviembre de 1974). El Algeciras presentaba el 4 de enero de 2019 al artífice responsable del ascenso y al que deportivamente se le considera culpable de que el Algeciras a día de hoy mantenga las opciones de permanencia en 2ªB intactas.
Tras numerosos cambios en el banquillo desde 2016 en que se perdiera la categoría de bronce, Emilio Fajardo ha conseguido que la parroquia algecirista elimine el “Fajardo vete ya” con el que se iniciaba su andadura en el Grupo X de Tercera, tras varios y desilusionantes resultados que ahondaban aun más en la crisis de juego. Los nuevos fichajes desconocidos en gran parte para la afición del Algeciras no cuajaban y la nueva disposición del técnico con un 3-5-2 inmutable, daba más la posesión al Algeciras, pero carecía de resultados.
No fue fácil el cambio. Un empate doloroso en casa contra el prácticamente descendido Conil y por 3 a 1 contra el Coria, a pesar de pisotear al Ceuta una jornada antes, calificaban al Algeciras de equipo irregular e imprevisible – tanto para lo bueno como para lo malo -. Pero si en algo se ha caracterizado el Algeciras de Fajardo desde aquel 4 de enero, es que saca la cabeza cuando más pisoteado está. Victorias en casa de rivales directos por el ascenso ante Betis B o la más importante, la que insufló energía para el ascenso, ante el campeón del grupo Cádiz B (12 de mayo de 2019) que daban credenciales para que se llegara con opciones al último partido de Liga.
19 de mayo de 2019. Minuto 83 de partido. El Gato Romero saca un balón a quemarropa de un delantero de la UD Los Barrios. Enésimo milagro del segundo capitán del Algeciras. El Algeciras seguía con opciones, pero fuera de los puestos de ascenso. Los Barrios dentro. Minuto 85, un centro desde el lateral derecho hace que salga en falso el portero visitante, y la pantera Karim Aboubakar se convierte en héroe del Algeciras al cabecear a la red el gol que mete en los play-offs a su equipo. 5.000 almas enganchadas al rojo y al blanco desatadas ante la heroicidad de los suyos. Se inscribía esa tarde a fuego la de “Es muy difícil vencer a alguien que nunca se rinde”. El círculo se cerraba y se encaraban los play-offs con ilusiones renovadas.
A partir de aquí y hasta el 30 de junio de 2019, el Algeciras CF escribió con letras de oro como se ha de encarar una fase de ascenso a Segunda B. Ante rivales superiores, dio una lección de solidaridad, competitividad y de concienciación de lo que se estaba jugando en los 6 partidos que como cuarto clasificado te obliga a jugar el sistema de ascenso de la RFEF.
Un mordisco de Antonio Sánchez ante el muy superior Hospitalet que vapuleó al Algeciras en la primera parte en el Nuevo Mirador. Jarro de agua fría de Iván Turrillo llegando desde atrás en tierras catalanas, para acabar sufriendo ante el empuje local. Parada salvadora del Gato en casa ante el Jaén y resurrección posterior ante un mejor rival. Vapuleo en casa de un Jaén que ya había vendido las entradas de la siguiente fase – desatendiendo al épico del Algeciras – . Apisonadora ante el Socuéllamos en casa con un Nuevo Mirador entregado para acabar con aquel histórico 1-3 bajo 45 grados en La Mancha (y un futbolista menos).
Todo lo que ha venido desde junio, pese a los desconfiados augurios de los rojiblancos, han sido buenas noticias. Remodelación en la plantilla para aspirar al ansiado objetivo de la permanencia, sin perder el bloque. Muy buenas prestaciones en los primeros compases del Grupo IV, que dejaban sorprendidos a conocidos y extraños, para después haber dado un inesperado bajón de juegos y resultados. Ahora la situación se encuentra en que el Algeciras ha mejorado superlativamente sus prestaciones en defensa que tantos problemas estaban dando a la hora de sacar puntos en la nueva categoría y todo apunta a que se harán refuerzos invernales en la plantilla tras las elecciones a la presidencia, para acabar con la desdicha de “Equipo ascensor”.
Una afición entregada como siempre a su equipo que campea por la Segunda B del fútbol español sin complejos y con la premisa de conseguir cuanto antes los cerca de 45 puntos en los que este año se cifra aproximadamente la permanencia, sobre todo una vez analizada la igualdad de la primera vuelta. Los 19 puntos en los que se cuantifican la permanencia de los rojiblancos – que acaban de salir del play-out de descenso – abren, teniendo en cuenta que serán necesarios refuerzos, el abanico de posibilidades para un equipo de Fajardo que seguirá corriendo y disfrutando del balón al son del “Es muy difícil vencer a alguien que nunca se rinde”.
Puede ser que ya se haya recorrido la mitad del camino hacia la permanencia, aunque también puede ser que haya que hacer un esfuerzo extra para mantener la categoría. Lo que es evidente es que El Guardián del Estrecho estará en la quema y llegará con opciones a la última jornada. Y que nunca nadie le dé por muerto. 110 años de historia avalan la entrega y el corazón. Preparados para el siguiente golpe, que el Algeciras se levantará.