El año 2019 para el Bilbao Athletic: Lezama prepara su nueva hornada
El 2019 en el Bilbao Athletic ha servido para que en el Athletic Club hayan avanzado en la formación de jugadores que deberían ser importantes en el futuro. Casos como los de Peru Nolaskoain, Sancet, Vencedor o Larrazábal
El año 2019 en el Bilbao Athletic ha sido un año muy bien aprovechado. A nivel de resultados ha tenido una alta irregularidad, con muchos altos y bajos. Pero como, y más en Lezama, los resultados no son lo más importante en un filial, sino que lo es la formación, se puede considerar un gran año. Jugadores como Peru Nolaskoain, Asier Villalibre, Oihan Sancet o Gaizka Larrazábal han dado el salto. Mientras otros como Unai Vencedor, Daniel Vivian o Jon Morcillo están más cerca de darlo.
El 2020 será en el que todos ellos deberán dar el paso al frente para asentarse en el primer equipo athleticzale, pero en lo que respecta al 2019 ha servido para evaluar su capacidad. Un año en el que Lezama ha preparado a la nueva y talentosa hornada para seguir haciendo fuerte al Athletic Club.
Las diferentes caras como local o visitante marcaron los primeros meses
El 2019 comenzaba, en cuestión de puntos, con 25 puntos tras 18 jornadas. La irregularidad en cuanto a resultados, siendo un equipo muy fuerte en casa, pero con gran debilidad lejos de Lezama, llevaba a los katxorros a estar muy lejos de las posiciones altas que ocupó la temporada anterior. El conjunto que dirigía Aritz Solabarrieta cerraría la primera vuelta con 28 puntos tras vencer al CD Vitoria en el último encuentro de la primera vuelta.
Pero la irregularidad en cuanto a resultados no cambiaría con el cambio de año. Durante enero y febrero el Bilbao Athletic repetiría ese mismo patrón. Ganaría en casa todos sus partidos, cuatro seguidos, pero caería en todos sus desplazamientos, otros cuatro. Eso le mantenía tras veintiséis jornadas en la misma novena posición y una distancia similar de los puestos altos. Sin embargo de ahí al final el equipo lograría estabilizar sus resultados. El equipo perdería menos partidos, solamente dos frente a Cultural Durango y Sporting ‘B’, pero los cinco empates lastrarían toda opción de play-off.
Las buenas actuaciones de jugadores como Villalibre (máximo goleador del grupo), Larrazábal (nueve goles y siete asistencias), Iñigo Vicente o Peru Nolaskoain les abrió las puertas del primer equipo en verano. El que fue su entrenador ya en el filial, Gaizka Garitano les reclutó para subir. Sin embargo, tras la pretemporada los dos últimos salieron cedidos para que siguiesen su progresión en Segunda División.
Vuelve el ‘Gallo’
Con el ascenso, o salida a modo de cesión, de gran parte del núcleo duro de la campaña pasada, tocaba hacer una pequeña reconstrucción. El encargado iba a ser el ‘Gallo’ Etxebarría. Joseba volvía a Lezama tras dos años lejos de la estructura del Athletic en los que entrenó a Amorebieta y Tenerife. Y lo hacía para dirigir a un Bilbao Athletic rejuvenecido, pero no carente de talento. Ahora los Vivian, Vencedor, Areso, Sancet, San Bartolomé y Morcillo eran los veteranos del equipo. Esos, apoyados en Luengo o Tascón que volvían tras cesiones bien aprovechadas, debían guiar a gente como Zárraga, Artola, Urain, Beñat Prados entre otros que ascendían al equipo y que, en muchos casos, tendrían roles importantes.
La temporada no pudo comenzar mejor. Tras una pretemporada que ya ilusionaba con los nuevos katxorros, que demostraban estar a un gran nivel, la temporada arrancó de la mejor manera. El juego enamoraba y los resultados eran fantásticos. El Bilbao Athletic parecía una máquina perfectamente engrasada y a la que difícilmente podían pararla. Ocho victorias (algunas de ellas con goleadas a Haro, Salamanca, Osasuna ‘B’, Valladolid Promesas o Logroñés) en once partidos, convertían al conjunto de Etxebe en líder intratable del grupo II. Pero además lograba unos guarismos goleadores de equipos grandes de Europa. Solo la Cultural en la tercera jornada fue capaz de zarandear a los katxorros en el Reino de León.
Pero el fútbol también es cuestión de rachas; buenas y malas
Pero tras el triunfo frente al Logroñés en la undécima jornada, llegarían las malas noticias en forma de bajas. Las lesiones empezaron a hacer mella en el equipo y las actuaciones sobresalientes de Oihan Sancet jornada sí y jornada también le abrieron las puertas del primer equipo. Guruzeta volvió al filial para reforzar el equipo ante la plaga de bajas, pero no fue suficiente para paliar tantas ausencias y muchas de ellas importantes.
Hubo partidos con muchas bajas y el equipo lo acusó. Derrotas en Burgos (ésta con mucha polémica arbitral), Guijuelo, Leioa y en casa frente al Barakaldo apearon al Bilbao Athletic del liderato e incluso de los puestos de play-off. Eso sí, el año acabó con una notable alegría. El cuadro zurigorri lograba llevarse en el último partido del año el derbi frente al Sanse que además se jugó en Anoeta gracias a goles de Morcillo y Guruzeta que le permitían acabar el año en play-off con 33 puntos.
Con el año 2019 finalizado y en un proceso de ir moldeando a sus nuevos talentos, será el 2020 el que marque lo bueno o malo que ha sido el 2019. Y es que el año que comenzará en escasas fechas será el que marque a qué nivel están los que ascendieron en verano al primer equipo y los que están a punto de hacerlo. Solo entonces podrá evaluarse con la magnitud que merece lo bueno que haya sido este 2019.