Ahora ya que el año 2019 está finalizando, toca hacer un repaso de como ha le ha ido el año al CF Talavera. Para hacer dicho balance, podríamos dividir este tiempo en tres partes bien diferenciadas. La primera correspondería con la segunda mitad de la temporada anterior, la segunda parte con el verano y la tercera con la primera parte de esta campaña. A groso modo, el año natural ha sido positivo en el plano deportivo porque el equipo se ha mantenido en Segunda División B que era, y sigue siendo, el principal objetivo del club.
La permanencia se consiguió con varias jornadas de antelación
Parecía muy difícil cuando comenzó la temporada allá por agosto de 2018, pero finalmente el Talavera conseguía salvarse y seguir otro año más en la división de bronce. No fue nada fácil, pero gracias a un bloque sólido se logró el objetivo. Los cincuenta puntos con los que acabó el equipo se consiguieron gracias a que fue un equipo muy constante que supo sacar puntos tanto en casa como fuera. En esta ocasión el Prado no fue un fortín como hace dos temporadas, pero se sacaron 29 puntos y pusieron en apuros a equipos grandes de la categoría como el Cartagena con el que se empató a dos. A domicilio, el equipo también puntuó en numerables ocasiones y obtuvo un total de 21 puntos.
La permanencia para un equipo como el Talavera tiene doble mérito por ser uno de los equipos con menor presupuesto de todo el grupo. Además, porque acabó en mitad de la tabla por encima de conjuntos históricos como el Sevilla Atlético o el Real Murcia. Por último, por poner otro broche de oro a la campaña, se quedó a un solo puesto de haber participado en la nueva Copa del Rey, lo que hubiera supuesto la tercera temporada seguida disputando este torneo.
Nueva campaña en Segunda ‘B’; nuevo destierro
Ya con la liga finalizada viene la composición de los grupos. Esto es algo que siempre provoca debates y discusiones porque nunca siguen el mismo criterio. Por segundo año consecutivo, la Federación mandaba al Talavera al Grupo IV, otra vez el equipo blanquiazul sufría el destierro. De nuevo, sin importar que los equipos madrileños y castellano-leoneses estuvieran más cerca, le tocaba recorrerse media España para ir a jugar fuera cada dos semanas.
A la par que se adjudicaban los grupos, la dirección deportiva comenzaba con la confección de la plantilla. Como ocurre todos los años, muchos jugadores se marchan y vienen otros. Sin embargo, este año ha sido terriblemente duro porque de las once bajas que tuvo el equipo, seis eran piezas claves en el equipo. Sin embargo, y a pesar de las dificultades económicas, se consiguió confeccionar un equipo hecho para competir en Segunda División ‘B’.
Una temporada condicionada por una mal inicio liguero
A falta de un partido para finalizar la primera vuelta, el Talavera se encuentra situado en playout a un solo punto de los puestos de descenso directo a Tercera. Puede que no sea el lugar donde se pensaba que iba a estar el equipo a principio de temporda, pero todo esto es consecuencia de un mal inicio de temporada. En las diez primeras jornadas, el equipo obtuvo nueve puntos y solo consiguió ganar dos partidos. Incluso llegó a tocar fondo en la jornada 9, cuando cayó a la última posición.
Sin embargo, todavía hay motivos para el optimismo. En primer lugar, porque todavía falta un partido para que acabe la primera vuelta contra el Linense. Y, en segundo lugar, porque a pesar de que los resultados no han acompañado el equipo ha mostrado una buena imagen en varios encuentros, como el empate a dos obtenido contra el Cartagena a domicilio, donde el conjunto talaverano se adelantó en dos ocasiones en el marcador.
Lo único que ha provocado este mal inicio de temporada es que el equipo ya no puede fallar más si quiere estar otro más en la categoría de bronce del fútbol español. Para ello, necesita sumar treinta y un puntos en la segunda vuelta, o lo que es lo mismo tiene que ganar diez partidos y empatar uno para salvarse.