El Atlético de Madrid Femenino está viviendo un curso extraño, y muy exigente. Acostumbradas los últimos años a exprimirse a fondo, a la intensidad y a la regularidad, ahora parece que les cuesta encontrar su seña de identidad. Las vigentes campeonas están segundas clasificadas, y las primeras tienen un importante colchón de puntos.
Pretemporada exigente para el campeón
Tras una pretemporada con varios fichajes, algunos más inesperados que otros, las campeonas viajaron a Estados Unidos durante su pretemporada. Allí se midieron contra varios cuadros importantes en tests de nivel. Sufrieron algunas lesiones y molestias, pero fue una buena ocasión para verlas frente a rivales que las podían forzar. En general había buenas sensaciones. Todo parecía señalar que el Atlético de Madrid Femenino volvía con las pilas puestas para volver a competirlo todo en las competiciones domésticas. También para hacer un mejor papel en Champions League.
Curso acelerado de realidad
Pero la temporada no comenzaría del todo bien. En primer lugar varias jugadoras importantes de la plantilla sufrieron lesiones. En segundo lugar, parecía que les costaba aplicar su juego: intensidad, insistencia, toque y compactación. Así pues, no parecían vivir sus mejores momentos cuando llegó el enfrentamiento contra el máximo rival por la Primera Iberdrola. Volvieron a caer contra el cuadro azulgrana, esta vez, estrepitosamente.
Después de esto, se enlazaron varios resultados dudosos. Y el equipo parecía seguir siendo incapaz de encontrarse. ¿Habían perdido algo?
Bajas sensibles: se despide el míster
En esta tesitura se produjo una de las máximas sorpresas: José Luis Sánchez Vera rescindía su contrato. Entonces a la directiva rojiblanca no le quedaba otro remedio que buscar una solución. Ésta sería Pablo López, un entrenador sin experiencia en el fútbol femenino. Venía a hacerse cargo de un equipo que necesitaba mejorar en varios aspectos. Además, una futbolista rescindía también su contrato.
Llegadas y lesiones: la irregularidad sobrevenida del curso del campeón
Pero los resultados y el juego seguían sin mejorar sensiblemente. Varios empates, algunos bastante sorprendentes e inesperados, aunque ninguna derrota. Parece ser que con el nuevo entrenador algunos de los problemas de identidad, de juego y de capacidad de superación, no se han conseguido resolver, todavía. En el torneo de la regularidad han perdido ya casi tantos puntos como los que perdieron durante toda la temporada pasada. Esa defensa que les permitía resistir asedios no está tan fina como otras temporadas. Y los registros goleadores tampoco son tan abultados el presente curso.
También han tenido lesiones importantes, como las de Virginia Torrecilla, Amanda Sampedro, Silvia Meseguer, Toni Duggan o Lola Gallardo, algunas de ellas pilares de la plantilla.
El presente curso, en Champions League consiguieron pasar a cuartos de final. Será una eliminatoria fratricida: la suerte las ha hecho enfrentarse al otro cuadro español, el FC Barcelona Femenino.
Retos, objetivos y ambiciones: las rojiblancas frente a sí mismas
Este curso están experimentando sensaciones y situaciones que hacía años que no vivían. ¿Han tocado techo las atléticas? Tras tantas temporadas al máximo nivel, y con la máxima exigencia, ¿están experimentando un bajón de rendimiento? Todo parece indicar que esta será una batalla que tengan que luchar contra sí mismas para salir del atolladero.
A nivel de retos: mantenerse al nivel del curso pasado en liga, no lo han conseguido, de momento.
En cuánto a objetivos: han superado su techo europeo; el cetro liguero aún está al alcance; optan al triplete (Liga, Copa de la Reina y Supercopa Femenina).
¿Qué depara lo que queda de temporada al Atlético de Madrid Femenino?
Por Helena García (@hgamo18)