El fichaje de Enric Gallego, muy encaminado durante el viernes en dirección al Rayo Vallecano, ha sufrido un frenazo en seco. Según informa Radioestadio, la lesión del ‘Chimy’ Ávila ha reactivado el interés que Osasuna había mostrado en el punta catalán de 33 años. Su aparición ha hecho que Getafe y jugador hayan puesto el freno de mano en una operación que llevaba dirección de cerrarse la próxima semana. El jugador da preferencia, más ahora que el club rojillo tiene una vacante más en su ataque.
Algunas fuentes hablan de que el propio delantero argentino ha intercedido y recomendado a Osasuna que cierre la incorporación del catalán. Cabe recordar que ambos compartieron vestuario la pasada campaña en el Huesca y formaron, en once partidos, juntos como titulares del cuadro altoaragonés en una campaña donde el catalán logró cinco goles y el argentino diez. No obstante no está claro que desde El Sadar apuesten por negociar un traspaso, única vía que se plantea el Getafe, con lo que todos los escenarios siguen abiertos.
El Rayo Vallecano había ofrecido entre 3 y 3,5 millones al Getafe más variables por hacerse con el delantero en propiedad. Una oferta que el club azulón no aceptó, en principio, pero que dejaba abierto a negociar y mantener las conversaciones abiertas entre clubes. Reforzar la delantera era una de las tareas rayistas en este mercado invernal y con la inyección económica recibida por el traspaso de Embarba se puede hacer una apuesta fuerte.
Lo que está claro es que el jugador apuesta por salir antes del cierre del mercado del Coliseum. Solo ha disputado un total de 415 minutos, sin lograr goles, demostrando que es el delantero que menos cuenta para José Bordalás. Menos aún ahora tras la llegada de Deyverson. Queda menos de una semana para conocer su nuevo destino, si es que lo hay, ya que negociar con Ángel Torres nunca ha resultado sencillo.