Notable fin de semana para los equipos asturianos en Segunda División. Es verdad que no ganaron los dos, pero el punto sumado por el Real Oviedo en Girona es para estar satisfechos. El cuadro de Javi Rozada plantó cara a uno de los candidatos al ascenso. Fue mejor a lo largo de la segunda mitad, una versión que deben prolongar los azules, y sumó un punto gracias a un golazo de Tejera. Además, el conjunto ovetense volvió a verse perjudicado. Esta vez por una mano muy clara en el área del cuadro catalán. El Sporting, por su parte, regresó a la senda del triunfo. Volvió a hacerlo por la mínima y ante su gente gracias a un golazo sensacional de Pedro Díaz de falta directa.
Sacando brillo al balón parado
- Tres puntos sin mucho brillo: La victoria del Sporting frente al Fuenlabrada no fue brillante. Pero si fue práctica. A la gente se le olvida muchas veces lo que es Segunda División y que muchos partidos se deciden por detalles que el pasado sábado cayeron para los rojiblancos porque durante mcuhos minutos así lo buscaron. Lo que no es negociable es ser competitivos e intensos. Eso debería pegado al hecho de ‘jugar bien al fútbol’. Pero al Sporting le cuesta y mucho además serlo durante noventa minutos. El otro día lo logró. No ‘mató’ el partido cuando pudo hacerlo y le tocó sufrir, pero lo cierto es que ese sufrimiento vino más dado por lo ajustado del marcador que por méritos del rival.
- Djukic exprime su libro: Aunque todo apuntaba a que el Sporting formaría con una zaga de tres centrales, Miroslav Djukic dispuso un 4-4-2 y unos jugadores que no parecen, al menos en el medio, adaptarse de la mejor forma a ese dibujo. Pero salvo un inicio titubeante en los que hasta el gol si se vio a los visitantes más metidos en el partido, el equipo respondió y funcionó. Bien fuese un recurso puntual frente a un conjunto que es sin duda una de las revelaciones de la temporada y que llevaba nueve partidos sin perder, o como una disposición que viene para quedarse. Si esto es así lo veremos este próximo viernes en Tenerife.
- Pedro Díaz presenta sus credenciales: Además el Sporting logró hacer que todos los pequeños detalles cayesen para su lado. En parte porque apareció algo que todos los que siguen al filial rojiblanco y categorías inferiores llevaban tiempo esperando; el golpeo de Pedro Díaz en el balón parado. El sierense tiene un auténtico fusil de francotirador en su pie derecho capaz de poner el balón donde guste. Se vio en el libre directo que desde una posición nada sencilla (muy cerca de la frontal) supuso el único gol del partido. Pero también con el resto de acciones a balón parado. Todos sus centros al área llevaron peligro y varios de ellos cerca estuvieron de suponer la sentencia.
- Necesidad de dar continuidad fuera de casa: Con el entrenador serbio el Sporting en casa ha vencido sus dos encuentros (ambos por 1-0, por cierto). El problema está viniendo a domicilio donde aunque el club rojiblanco dejó buenos minutos en Zaragoza y Soria se vino de vacío y con la sensación de que sus rivales le derrotan con mucha facilidad. El viernes toca visita a un Tenerife, un equipo con problemas en la zona baja de la tabla, que llegará con una carga de cinco partidos en trece días y mermado por las bajas. Sobre el papel es la oportunidad perfecta de disipar muchas dudas.
Punto al trabajo
- De menos a más. El Real Oviedo fue dominado por el Girona en los primeros compases del choque. El conjunto asturiano fue incapaz de salir de su campo con el balón controlado, víctima de la superioridad que los catalanes tenían por dentro. A lo largo de la primera mitad, el cuadro de Martí fue superior, aunque apenas generó peligro sobre la portería de Lunin. Un panorama que cambió en el segundo acto. La inclusión de un tercer centrocampista mejoró a los asturianos. El equipo de Rozada mejoró notablemente y sumó un punto importante en un campo muy complicado.
- Otra acción polémica. Lo de todas las semanas. Esta vez nos detenemos en la primera mitad y en el área del Girona. Centro lateral que Mojica, en su intento de despeje, golpea con la mano. El árbitro no duda y señala el punto de penalti, pero, incomprensiblemente, corrige su decisión y manda a los azules sacar de esquina. Las miradas se centraron en el asistente, que fue quien corrigió la decisión de Ais Reig. Una mano muy clara en la que el VAR tampoco quiso entrar. Una semana más en la que, casualidades de la vida, el videoarbitraje vuelve a optar por no entrar en una decisión polémica a favor del Oviedo.
- Lo de casi siempre. Como hemos dicho, los asturianos fueron de menos a más. Pero, cuando mejor estaban sobre el césped, llegó el tanto rival. Esta vez tras una falta de Juanjo Nieto en la banda izquierda del ataque del Girona. Tras un balón puesto al área, Stuani, máximo artillero de la categoría, se elevó por encima de todos y puso el balón en el fondo de las mallas con un cabezazo inapelable. El partido seguía el mismo desarrollo que los últimos encuentros. Pero, esta vez, los azules se levantaron y lograron el empate gracias a un golazo de Tejera desde la frontal del área.
- La última media hora, un espejo en el que mirarse. El último tercio del encuentro en Girona es el reflejo en el que debe mirarse el Oviedo de cara a los próximos encuentros. Un equipo valiente en la presión y al que no le quemó el balón en los pies. Esto se debió, entre otras cosas, a la entrada de Tejera en el terreno de juego. El centrocampista sustituyó a Bárcenas y el Oviedo pasó a jugar con tres por dentro. El resultado fue inmejorable.