Ser o no ser en el Nou Estadi

Que no cunda el pánico, no se trata de una reflexión filosófica en torno al «Hamlet» del bueno de Shakespeare. Se trata, eso sí, de la previa del partido que, el próximo domingo a las 12’00 horas, en las instalaciones del «Nou Estadi» tarraconés, enfrentará al Gimnàstic de Tarragona y al CD Ebro. Es el partido del «ser o no ser» de ambas escuadras, porque ya hemos entrado en esa fase de competición donde no hay vuelta atrás, todo lo que se haga o deje de hacer repercutirá directamente en la clasificación final de la liga

.El partido, evidentemente, no tiene dramas palaciegos, pero sí pueden aparecer fantasmas al final del choque que recuerden a los derrotados que tienen el tiempo en su contra para enderezar su camino. El Nàstic, que ha notado en exceso el descenso de categoría, llega al encuentro en decimoquinto lugar con 23 puntos. A sólo dos de los puestos de descenso. El CD Ebro, envenenado en la Copa del Rey,  es undécimo con 28 puntos.

Llegan los hombres de Toni Seligrat de conseguir seis puntos de los últimos quince, el último, al arrancar un valiosísimo empate a cero en tierras andorránas. El CD Ebro de Manolo Sanlúcar llega habiendo cosechado ocho de los últimos quince puntos disputados y su última victoria fue en su casa contra el Badalona.

El Nàstic pretenderá herir de muerte, deportivamente hablando por supuesto, a sus rivales zaragozanos que parecen haberse decidido a contradecir a la copla que Manolo Escobar cantaba al río que le da nombre y no guardar silencio, ni al jugar en casa ni al hacerlo fuera, no vaya a ser que el fantasma se les aparezca a ellos. Interesante encuentro pues entre catalanes y aragoneses, dónde no esperamos que corra el veneno y si el balón.