Unos pericos que carburan
En Sevilla el Espanyol demostró que también puede jugar bien sin varios de sus baluartes y que el fondo de plantilla no era tan malo como se decía
No era una tarea sencilla a la que se enfrentaba el Espanyol el pasado domingo en el Ramón Sánchez Pizjuán. Acudía a uno de los campos más difíciles de toda la competición y lo hacía realmente mermado. Sin Raúl de Tomás, Didac Vilà o David López, jugadores que han sido absolutamente capitales para Abelardo Fernández desde su llegada.
Unas ausencias que hacían que el entrenador gijonés desechase, salvo en labores defensivas, su habitual 4-4-2. Apostó por un 4-2-3-1, dibujo con el que también se mostró muy reconocible en Gijón y Vitoria, y el equipo rindió e gran nivel. Solo la mala fortuna y que enfrente había un rival que se codea con los grandes de España y Europa, les privó de un resultado mejor.
Además el partido sirvió para recuperar a jugadores que parecían defenestrados. Calleri realizó uno de los mejores partidos con la casaca blanquiazul, Wu Lei en banda derecha rindió superlativamente y Pedrosa, que no había contado para Abelardo apenas, dio un paso al frente para decir que puede ser titular en este Espanyol como lateral y no solo como carrilero o extremo.
Además el técnico asturiano ha solucionado una de las mayores carencias que se le achacaban al Espanyol. Ahora el cuadro perico promedia un gol anotado cada 56 minutos en liga. Antes de la llegada del técnico gijonés al banquillo, el Espanyol anotaba un gol cada 135 minutos de liga. También ha cerrado más su portería. En las primeras 18 jornadas, el Espanyol encajaba 1,89 goles por partido. Esto ahora se ha reducido a 1,33. Sensaciones y números que dan pie a creer más que nunca que la salvación no solo es posible, sino algo factible y viable.