No es que Marcelino García Toral guardase silencio desde su destitución, porque nunca lo hizo. Siempre la tildó de injusta y lo sigue haciendo. Pero una entrevista a la revista Panenka ha sacado más detalles sobre como vivió aquellos días y horas y con que se queda de esa experiencia. También ha tocado otros temas, haciendo especial hincapié en Ferrán Torres, canterano del club que ahora está en la picota por la compleja negociación para su renovación y el interés de prácticamente todos los clubes de primera fila en Europa en él.
Sobre el nivel mostrado por el extremo, el de Careñes no se muestra sorprendido: «Era una cuestión de tiempo que explotara, porque lo que está claro es que este futbolista tenía que jugar. Ya la temporada pasada lo hizo bastante. Hubo lesiones en sus posiciones, lo que le dio la posibilidad de tener continuidad y demostrar las condiciones que tiene».
Añade además el técnico no escatima elogios: «Todos sabíamos que estábamos ante un futbolista de un nivel altísimo, lo que teníamos que ver era cuando podíamos darle la alternativa. Al final en el Valencia hay mucha exigencia y ya sabemos que aquí jugadores muy buenos no han logrado sacar o no hemos logrado sacar lo que tenían. Con Ferrán creo que acertamos en cuanto al momento».
Para Marcelino además no hay dudas de que estamos ante uno de los mayores talentos del fútbol español y de LaLiga en los próximos años, salvo que se vaya: «Tiene un margen de mejora todavía muy importante. Junto a Odegaard, para mí, es uno de los futbolistas revelación de la temporada y llamado a ser una estrella de nuestra liga y país sin ninguna duda».
La reacción del vestuario a su destitución fue como ganar un título
Otro de los puntos que tocó con total naturalidad en la entrevista fue su destitución. Con el tiempo no ha variado su opinión. Sigue diciendo que fue injusta, pero se queda con las reacciones posteriores: «La respuesta del vestuario a mi marcha fue algo inolvidable, más que un título. Creo mucho en las relaciones humanas, independientemente de que entre un futbolista y un entrenador pueda haber roces puntuales. Sé que soy una persona de carácter fuerte, y tengo una reacción inmediata potente. Pero más allá de eso, hay un corazón, un respeto. Sin ninguna duda, cuando deje de entrenar, será uno de mis mejores recuerdos».
Sobre si guarda rencor a Peter Lim o a alguien del Valencia, afirma tajantemente que no: «Yo no guardo rencor a Peter Lim ni a nadie. Esto es fútbol y estas cosas pasan, me tocó a mí, pues a mirar para adelante y seguir. Pero yo no tengo rencor nunca. Mis padres me educaron en unos valores que siempre trato de tener presentes, por eso el rencor no existe para mí. De lo contrario, sería un hombre poco feliz en la vida, porque estaría pendiente de todo lo que me rodea».