Después de la tormenta llega la Real

El Barcelona, segundo clasificado, recibe a una Real Sociedad quinta en la tabla, con la Champions a  dos puntos y un partido menos. La tormentosa temporada azulgrana no parece tener punto de inflexión. Aunque la llegada de Quique Setién prometía enderezar el rumbo con su cruyfismo por bandera, lo cierto es que la derrota en el clásico del pasado fin de semana ha vuelto a abrir una brecha entre entorno, directiva, cuerpo técnico y jugadores. Por contra, la Real Sociedad llega como un tiro al partido: una sola derrota en sus últimos 10 partidos de Liga y Copa, con victoria incluida en el Bernabéu, y como flamante finalista de la Copa del Rey tras eliminar al Mirandés.

Precisamente la última final donostiarra fue frente al Barcelona hace 32 años. Un partido al que ambos contendientes llegaban con sensaciones similares a las actuales.La Real Sociedad dirigida por Toshack marchaba segundo en Liga tras el Madrid de la Quinta del Buitre al que endosó un 0-4 en las semifinales. El Barcelona, dirigido por Luis Aragonés que había sustituido a Venables en septiembre, no conseguía hacer funcionar a un equipo con jugadores como Schuster, Lineker, Carrasco… Undécimo en la tabla a tan solo 4 puntos del descenso, la Copa era la única opción de no quedar fuera de Europa por primera vez en la historia.

Por si fuera poco, había un enfrentamiento entre la directiva y la plantilla por problemas con Hacienda. Un conflicto en el que la mayor parte de la afición se posicionó a favor de la directiva con pancartas en el Camp Nou e incluso con algún episodio violento contra jugadores. Como muestra del divorcio entre jugadores  y afición, antes de jugar la final el equipo había cayó en casa frente al Betis ante tan solo 10000 espectadores.  Y menos apoyo tendría en la final ya que solo 3400 aficionados se desplazaron  a Chamartín frente a los 25000 seguidores txuri urdin. Una final a la que el técnico madrileño llegaba muy cuestionado. Tanto es así que se especulaba con que no llegara ni a sentarse en el banquillo y que fuera sustituido por Rexach. Algunos rumores apuntaban a que incluso fuera Cruyff el que dirigiera al equipo. Finalmente el Sabio de Hortaleza salvó el puesto y en el mejor partido de la temporada logró levantar la Copa gracias a un gol de Alexanco y con un partidazo de  Schuster y del mítico Arconada por parte donostiarra.

Mucho ha llovido desde aquella final y aún así, por momentos este Barcelona se parece demasiado a aquél. Durante mucho tiempo los resultados, léase Messi, han tapado las carencias deportivas y los bandazos en la directiva. Ahora que no acompañan parece que todo ha saltado por los aires,sobre todo lo que se refiere a la relación entre directiva y jugadores. También  se mira al banquillo. Setién, que ha heredado todo esta situación, ha tenido que salir a pedir perdón por un «exceso de pasión» de Eder Sarabia en el banquillo.

Un episodio que se interpreta desde ciertos sectores que reclaman más carácter en el campo,como una muestra más del poder de un vestuario demasiado acomodado. Pero también queda muy señalado el propio Setién incapaz de imponerse a una plantilla demasiado consentida. Si aquella  temporada culminó con el famoso «Motín del Hesperia» con casi todos los jugadores dando una rueda de prensa contra la directiva, en ésta, de momento, los motines se hacen desde Twitter e Instagram..

Con este ambiente llega la visita de una Real Sociedad lanzada, con el ánimo a tope.  De la mano de Odegaard están  realizando el mejor fútbol del campeonato. Alguacil contará con casi todos sus jugadores disponibles, serán bajas Llorente  e Illarramendi, y dispuesto a asaltar un campo muy poco propicio historicamente. Los donostiarras puntuaron por última vez hace 25 años,con Alguacil como jugador. Desde entonces 21 derrotas, la última la pasada temporada con dos goles de Lenglet y Alba y de Juanmi Jiménez por los visitantes.