Castro se estrena en casa con el Andorra ante el Orihuela

Arranca el tramo final de la competición. Cuando finalice esta jornada, solamente quedarán diez partidos para que la competición regular llegue a su fin. Decía Luis Aragonés que todo se disputa en esta última decena de jornadas y que lo fundamental es llegar a dicha recta final con las opciones intactas de conseguir el objetivo por el que luchara cada equipo. Por algo le apodaban, aunque a él no le entusiasmara, ‘El Sabio’.

En esas andan Andorra y Orihuela. Más los de la Vega Baja, todo sea dicho. Los de Gerard Albadalejo, clasificación en mano, son el farolillo rojo de la tabla. Sin embargo, la extrema igualdad de la parte baja de la clasificación en este Grupo III de Segunda ‘B’, hace que los escorpiones solamente tengan la salvación a tres puntos.

Más inmerso en zona de nadie se encuentra en Andorra. Nacho Castro, después de empatar en su debut en el banquillo andorrano en un escenario de enjundia como el Rico Pérez, feudo del Hércules, se estrenará en su banquillo de Prada de Moles convencido de romper ante el cuadro amarillo una eterna mala dinámica que azota a los tricolores: acumulan ocho partidos consecutivos sin ganar y eso ha provocado que prácticamente se esfumen sus opciones de ‘playoff’.

Apurar el sueño

El principal objetivo del nuevo técnico del Andorra es, por tanto, romper esa dinámica que ha lastrado los ambiciosos planes que tenía el club que posee Gerard Piqué en su primera aventura en la división de bronce del fútbol estatal. El entrenador asturiano tiene ante sí la opción de que la parroquia andorra vuelva a paladear el sabor de la victoria ya nueve semanas después.

En su estreno al frente del banquillo del Andorra, el equipo del Principado no pudo hacerse con los tres puntos pero sí obtuvo un meritorio empate en el Rico Pérez, ante un Hércules que disputó la práctica totalidad de la segunda parte con un hombre más, como consecuencia de la expulsión de Musa, que, por tanto, será la única baja por sanción de los andorranos de cara al choque ante el Orihuela. Carlos Martínez y Adrià Vilanova son duda, puesto que apuran sus procesos de recuperación.

Con todo, Nacho Castro podría apostar por el grueso de futbolistas que empataron ante el Hércules. Incluido en esta alineación de partida estaría Miguel Bañuz. El guardameta, ex del Alcoyano, realizó, como suele acostumbrar, una brillante actuación en el Rico Pérez, marrando todas las opciones alicantinas y deteniendo, incluso, una pena máxima lanzada por Yeray.

Pasos cortos

Si el Orihuela solamente mirase su posición en la tabla, podría hundirse. A falta de once jornadas para el final, son colistas. En cambio, al mirar la puntuación, el asunto cambia casi de manera radical. Con 23 puntos, los escorpiones tienen la salvación directa a una victoria de distancia.

A ello se agarra el cuadro de Gerard Albadalejo. El entrenador, ex del Lleida, considera que los suyos han recortado una distancia considerable con los puestos de salvación en esta segunda vuela de la temporada, aunque insiste en que es imprescindible seguir sumando para conseguir la salvación ya que, lamenta, “tenemos un déficit de puntos anterior que ahora hay que corregir”.

Pese a todo, el entrenador catalán es optimista y confía en seguir consiguiendo puntos para “estar muy cerca de la salvación, o incluso por encima de ella, en las últimas tres o cuatro jornadas”. Para ello, tendrá una nueva oportunidad ante el Andorra, en un partido en el que será baja Gilabert, expulsado en el empate sin goles ante el Barça ‘B’.

Mantener la portería a cero por segundo partido consecutivo por primera vez en la temporada será clave para conseguir regresar a Orihuela con un preciado botín en el bolsillo. No será fácil, además de por la calidad del rival, por la superficie. Para adaptarse al césped sintético, el Orihuela ha trabajado esta semana en Beniel.