La SD Eibar tras sus últimos resultados ligueros ha puesto de manifiesto que la tabla de la salvación se va a coger o perder en las últimas jornadas ligueras. Tras disputar encuentros propicios para ello, no han podido escapar de la quema y el calendario que se avecina a corto plazo es como para pensar en ir partido a partido. El obligado parón les llega a los armeros en un momento fundamental para resetear, trabajar duro y afrontar las once últimas jornadas con el cuerpo y la mente centrados en quedarse en LaLiga Santander.
Se perdió el colchón pero aun están fuera de peligro
A pesar de que los armeros esta temporada solo han estado tres jornadas en puestos de descenso (j 3,4 y 5). La espada de Damocles de una posible pérdida de categoría ha rondado durante toda la temporada sobre la cabeza de los eibartarras.
A la finalización de la primera vuelta ocupaban la decimosexta posición con cuatro puntos de ventaja sobre la zona roja. La afición armera pensó que lo peor ya había pasado tras superar una mala racha que les llevó a enlazar cinco partidos sin ganar y cuatro derrotas consecutivas.
Pero lo cierto es que tras disputarse los ocho primeros encuentros de la segunda vuelta los fantasmas de descenso continúan apareciéndose. Los de José Luis Mendilibar han logrado sumar un tercio de los puntos en juego. Ocho de veinticuatro. Escaso botín teniendo en cuenta que cinco de los partidos los han disputado en el otrora inexpugnable fortín de Ipurúa.
Actualmente con 27 puntos gozan de dos unidades de renta sobre el RCD Mallorca actual decimoctavo clasificado. Jornadas atrás (j 21,22) lograron tener hasta dos partidos de ventaja sobre los puestos que te obligan a perder la categoría pero esa renta se ha visto reducida preocupantemente.
Mendilibar en la previa del partido que se disputó a puerta cerrada ante la Real Sociedad quiso quitar presión a sus jugadores con estas declaraciones “no estamos en una situación crítica. Mientras estemos fuera del descenso, hay margen de error porque los demás tienen que acertar y nosotros, fallar”.
Pero lo cierto es que oteando el calendario pintan bastos para los de Ipurúa. El escaso bagaje logrado a domicilio y la entidad de sus próximos rivales. Real Madrid, Athletic, Getafe y Valencia no es de extrañar que provoque inquietud en la entidad armera y su parroquia.
Por ello que este parón en principio programado para las dos próximas semanas (ojala sea así y no se alargue más), debe servir para recuperar el terreno perdido y centrarse en trabajar para lograr tener las buenas sensaciones que hacen que este equipo sea complicado de batir.
Un final de liga de infarto
Salvo sorpresa mayúscula podemos intuir que los armeros afrontarán un final de liga plagado de finales y posiblemente inmersos de lleno en la lucha por salvar la categoría. Los últimos partidos de los eibartarras serán frente a rivales directos.
Serán tres o cuatro finales en las que habrá más de tres puntos en juego. En la jornada 35 recibirán al Leganés, a renglón seguido visitarán al Espanyol y en la siguiente fecha jugará el Valladolid en Ipurúa.
Tres rivales que actualmente están metidos de lleno en problemas. Ante los cuales no se puede fallar. Finalmente tendrán una bola extra puesto que acabarán la liga (si el coronavirus lo permite, claro está) en el estadio de La Cerámica ante un Villarreal que posiblemente para esas fechas se esté jugando poco o nada.
Solo entrenar y a puerta cerrada
Cumpliendo con las indicaciones del Gobierno de España, Gobierno Vasco y CSD los armeros se sumaron a las medidas preventivas propuestas para atajar la pandemia del Covid-19.
Los de Jose Luis Mendilibar retomarán los entrenos el martes 17 de Marzo y los realizaran durante toda la semana a las 11:00 horas a puerta cerrada. Como novedad todos los entrenos se realizarán en Ipurúa.