Nadie duda ya de que Martin Merquelanz (Irún, 12 de junio de 1995) es una de las, sino la que más, revelaciones de la temporada en la categoría de plata. Tras pasar un calvario importante con dos roturas del ligamento cruzado de ambas rodillas casi consecutivas en 2017 y 2018, el irundarra salía cedido al Mirandés con el claro objetivo de reivindicarse y de demostrar que a pesar de la adversidad seguía habiendo fútbol en él.
El objetivo está logrado con creces. Merquelanz es uno de los principales motivos de la espectacular campaña del Mirandés en su regreso a Segunda. Con 33 partidos disputados entre Liga y Copa, logrando anotar 13 goles y dando 10 asistencias ha demostrado que tiene fútbol de sobra para categorías superiores. Al acabar esta campaña -si es que termina- volverá a la Real Sociedad donde encarará, si no hay renovación, su último año de contrato.
Eso es algo que en la Real Sociedad consideran prioritario. Desde hace más de un mes, el club txuri urdin ha iniciado contactos para renovar al extremo zurdo. Conscientes en Donosti de que la posición de extremo y además zurdo de Merquelanz es algo muy difícil, además de caro, de encontrar en el mercado. Por eso quieren asegurarse de que si vuelve lo hace con un contrato mucho más extenso y que se gane su sitio en la plantilla blanquiazul.
Si no renueva, se irá traspasado
Pero en el caso de que ese acuerdo no sea posible, la Real Sociedad lo tiene claro. La opción es buscar un traspaso para sacar rédito económico antes de que pueda irse libre. Su cláusula es de 50 millones de euros, una cifra que la Real no podrá exigir, pero que le da cierta fuerza negociadora para buscar un jugoso traspaso por un jugador con unas características difíciles de encontrar. Unas que Merquelanz ha demostrado tener con creces como son verticalidad, calidad y gol; mucho gol.