El jugador del Eibar declaró en rueda de prensa virtual que lo primero es terminar con la pesadilla del virus y más adelante ya se verá en que queda su cesión y si se hacen efectivas las clausulas con la Fiorentina. Al centrocampista uruguayo la experiencia armera le ha sabido a poco pero a pesar de todo se ha encontrado muy a gusto en la entidad.
Sebastián Cristóforo llegó a la SD Eibar en enero del presente año en calidad de cedido por la Fiorentina italiana. La cesión venia acompañada de una opción de compra supeditada a una serie de condicionantes que aún están en el aire.
De momento al futbolista de Montevideo su futuro a medio plazo es lo que menos le preocupa “antes de hablar de fútbol y de cómo se termine la liga y cómo se juegue, tiene que terminar esta pesadilla del virus. Lo principal y lo primordial es intentar encontrar una cura para el virus, que no haya más contagiados y volver a la vida normal, al día a día. Después se verá cómo se reanuda todo: la liga, la vida, los trabajos, los estudios, etcétera”.
Llegar y besar el santo
Desde que aterrizó en Ipurua en charrúa a contado para José Luis Mendilibar “lo importante fue que me pude meter enseguida en el grupo cuando llegué”. Su debut fue ante el Atlético de Madrid y a partir de esa fecha ha podido disputar otros seis partidos ligueros y uno de Copa para acumular un total de 407 minutos. Sin duda mucho más protagonismo del que estaba teniendo con los viola con los que solo había disfrutado de 90 minutos de juego.
Sobre cómo se sintió tras su llegada Sebas afirmó “Me recibieron todos muy bien y lo importante es aportar lo que uno puede, intentar que el equipo vaya mejor, ganar partidos, sumar puntos e intentar mejorar. Creo que fui de menos a más, el equipo estaba agarrando un ritmo para seguir compitiendo. Pasó todo esto y si se reanuda todo esto intentaré dar lo mejor de mí mismo y seguir creciendo y sumando puntos”.
A Cristóforo le llamó la atención lo bien trabajado que estaba el equipo, “Me sentí muy cómodo con el sistema. En el equipo hay gente que le conoce a Mendi de hace años y sabe lo que quiere de cada jugador, lo que tiene que proponer y cómo es el estilo de juego. Creo que todo el mundo lo captó rápido y lo estamos demostrando en la cancha. A veces puede salir, a veces no, pero lo importante es que intentemos hacerlo, que los partidos vayan hacia adelante, que seamos protagonistas e intentar ganar”.
Linea directa con sus representantes
El mediocentro charrúa es uno de los muchos futbolistas de la plantilla eibartarra que aún tienen su futuro en el aire. Pero reconoció que debido a lo excepcional de la situación es algo en lo que apenas piensa “Sí hablo con mis representantes, pero hablamos del día a día, de la salud, de la familia. Primero hay que volver al día a día normal y luego se verá qué pasa con los contratos, si se cumple la cláusula, si no. Veremos lo que sucede”.
Todo esto nos va dejar una gran enseñanza
En el plano personal Sebas a pesar de estar alejado de su familia, procura pasar los días de confinamiento de la forma más llevadera posible, marcándose unas rutinas, sin olvidarse ni de su preparación, ni de sus allegados y amigos “Intento levantarme lo más temprano posible, desayunar, entrenar un poco por la mañana, comer, cocinar, leer, entretenerme, mirar internet, entrenar un poco más por la tarde, cenar e intentar ir pronto a la cama. Veo alguna película, llamo a la familia o a amigos”.
Por último reflexionó sobre que nos puede dejar toda esta situación que estamos viviendo centrándose en los aspectos positivos “va a dejar una gran enseñanza, vamos a valorar más a la familia, estar con los amigos. Quizás en el día a día no nos damos cuenta de que es algo importante y después de esto lo vamos a valorar mucho. Cosas que nos hacen felices y espero que podamos hacerlo más a menudo y no preocuparnos por otras cosas. Sabemos que al final la vida son preocupaciones y tenemos que intentar hacer más a menudo las cosas que nos gustan y nos hacen bien”.