Más trabajo para la RFEF. ProLiga, asociación que representa a cerca de 240 clubes de Segunda ‘B’ y Tercera División, ha remitido una carta a Luis Rubiales, presidente de la RFEF, pidiendo información sobre los planes previstos para el fútbol no profesional cuando las autoridades sanitarias den luz verde a las competiciones.
Entiende esta asociación que el parón obligado por el COVID-19 está poniendo a numerosas entidades en situaciones económicas más que comprometidas. Aun siendo consciente esta Comisión de clubes de la prioridad absoluta en cuanto a preservar la salud de los deportistas, se le solicita al presidente de de la RFEF que dé respuestas a las preguntas que tienen en vilo al fútbol más modesto. Todo con el fin de programar una gestión a medio plazo, pues los ingresos se reducen y los gastos prácticamente se mantienen.
ProLiga venido recabando las preguntas e inquietudes más acuciantes de los clubes de Segunda División ‘B’ y Tercera durante el confinamiento. Se ha hecho con el objetivo de esta misiva enviada y con un fin constructivo; el del bien del fútbol no profesional y que con el traslado a la RFEF, ésta aporte al menos respuestas orientativas.
La prórroga de contratos, una de las mayores inquietudes
Así, la primera cuestión más comentada se refiere a cuál sería la fecha tope para plantear si las competiciones no profesionales se dan por finalizadas. En este caso, que es de máxima preocupación, hay todo tipo de dudas sobre ascensos, descensos, campeones, si habrá promociones de ascenso o descenso, etc.
El segundo escenario, el caso de que se volviera a competir, pero superando el 30 de junio, provoca en primer lugar una inquietud razonable sobre la seguridad y la salud de los deportistas. Por ello, ProLiga pregunta en su carta a Luis Rubiales si se contempla algún protocolo para realizar a los deportistas y oficiales de equipos test diagnósticos del COVID-19. Sea con medios sanitarios federativos o externos, bajo su tutela y garantías.
Así mismo, en este caso de competir superando el 30 de junio, se plantean enormes dudas en los clubes sobre prórrogas de licencias y contratos en vigor. También sobre las coberturas de la mutualidad y la previsión de ayudas para afrontar gastos extras. Estos serían tales como pagos a futbolistas, alquileres de pisos, desplazamientos, ayudas a los clubes si deben jugar a puerta cerrada, sin ingresos de taquilla y probablemente sin ingresos de patrocinadores, etc, etc. En este sentido, ProLiga pide a la RFEF que mantenga abierta y prolongue la política de “Ayudas de avance de tesorería” para los clubes más modestos, aunque estén acogidos a ERTEs o no tengan licencias profesionales.
En definitiva, se solicita que se aporte luz al escenario sobre el futuro de las competiciones estatales de fútbol no profesional. Ya que, aun reconociendo que el momento actual que vivimos es muy complejo, la incertidumbre es altísima en estos momentos. La pelota pasa a estar en el tejado de la RFEF.