Poco queda ya de aquel Raúl Albentosa (Alzira, Valencia, 13 de septiembre de 1988) que apareció en la primera línea del fútbol español en aquella campaña 2013/2014 con la SD Eibar. En el verano de 2013 dejó el Cádiz en Segunda ‘B’, donde había hecho buena campaña para dar el salto al fútbol profesional. Gaizka Garitano y Fran Garagarza le reclutaron para el retorno del Eibar a Segunda tras cuatro años en Segunda ‘B’ donde el club pasó por una etapa de bastantes apuros.
Poco queda de aquel central que logró el ascenso siendo indiscutible y que deslumbró en su debut en Primera. Tanto que el Derby County le fichó pasando por caja, aunque su etapa en Inglaterra duró poco. Volvió a España para enrolarse en el Málaga, pero ya no era el mismo. Su nivel era distinto, parecía otro jugador. No mejoró en el Deportivo, ni tampoco después en el Nàstic. A principios de 2019 se quedó sin equipo, no encontró destino en 6 meses hasta que le llamaron de Bulgaria. El CSKA Sofía le firmaba por dos años. Un nuevo sitio donde empezar para el alcireño.
Todo parecía mejorar. Titular con frecuencia, disputó 18 partidos para un total de 1.650 minutos, pero entonces apareció el ‘bicho’. La crisis sanitaria por el coronavirus SARS-CoV2 ha hecho que el fútbol se paralice. También en su nueva casa de Bulgaria y que él haya sido el damnificado, pues su club le ha rescindido el contrato y acabado de forma prematura con su etapa allí. Al menos, la rescisión ha sido amistosa. Pero la mala suerte sigue persiguiendo a aquel jugador que despuntó en Ipurúa vio como su carrera iba, prácticamente, de mal en peor.