La liga neerlandesa abre el camino a lo que parece ser la opción menos injusta y más coherente. Sin campeón, pero tampoco ascensos ni descensos. Eso sí, la elección de los equipos que disputarán competición europea se hará por la clasificación establecida hasta el momento del parón.
Puede parecer una decisión extremista, pero la situación lo requiere. No se puede estar hablando de test para los equipos de fútbol cuando no hay medios suficientes para los sanitarios. Y mucho menos excusarse en temas económicos, estando medio país parado por la pandemia.
Los dirigentes del deporte tenían una oportunidad grandísima para dar un paso al frente. Mostrar algo de diálogo entre ellos, pero la han desaprovechado. Los clubes de fútbol, pidiendo ERTEs o haciendo públicas las bajadas de salario como si fuesen heroicidades, tampoco han estado a la altura.
Esta semana, tras hacerse pública la noticia (o el rumor) de las pruebas de detección a jugadores, salió la plantilla del Racing de Santander con un comunicado. De forma sencilla y sin faltar a nadie, el escrito plasmaba lo que muchos pensábamos: no era lógico hacer pruebas si no es necesario.
Lo que está claro es que el fútbol, por lo menos durante los próximos meses, será a puerta vacía y con las medidas necesarias por las autoridades sanitarias. Pero Holanda ha sentado un precedente que será tomado como referencia en otras ligas. Equipos como Mallorca, Leganés o Espanyol reirán, mientras que Cádiz o Zaragoza verán echados por tierra todos los esfuerzos de 31 jornadas que no sirvieron para nada.